Público
Público

Obsesionados con ganar el 'Mundialito'

El Barça viajó a Abu Dhabi para levantar la copa que le falta

RUT VILAR

Una historia de fantasmas, de vivos y muertos. Eso es Obsession aquí rebautizado como Fascinancióne_SEnD, el filme que Brian de Palma, maestro del thriller psicológico, dirigió como homenaje a Hitchcock y su Vértigo. Y obsesión es también el sentimiento que acompaña al Barcelona en su tercer asalto al Mundial de Clubes (antes de 2000, Copa Intecontinental), su fantasma particular.

'Para ser grandes de verdad hay que tener este trofeo', sentenció, ambicioso, el secretario técnico azulgrana, Txiki Begiristain, desde la escalerilla del avión que trasladó a la expedición catalana a Abu Dhabi (ocho horas de vuelo), donde se disputa este año el torneo. 'Hemos tratado de no obsesionarnos con nuestro deseo de ganar este título, pero la realidad es que nos gustaría mucho conseguirlo porque es el que le falta al Barça', reconoció el vasco. Y prosiguió: 'Los jugadores quieren redondear su carrera deportiva con este triunfo. No es sólo ganar el Mundial de Clubes, sino conquistar así la sexta copa'.

Begiristain, como Guardiola, vivió en primera persona el traspié del Barcelona en el torneo del 92. Tras conquistar la Copa de Europa de Wembley, el Barça de Cruyff veía volar la Intercontinental hacia Sao Paulo, gracias a los dos goles de Raí en la final (2-1). 'Fueron mucho mejores que nosotros', reconoce el de Santpedor sobre el conjunto suramericano. 'No nos adaptamos al jet lag; fuimos con muy poco tiempo de margen y el Sao Paulo tenían un super equipo', abunda Guardiola.

'Hace tres años también nos quedamos con la miel en los labios y ahora tenemos que darlo todo para ganar. Sería histórico', conviene Iniesta, quien, junto a Valdés, Márquez, Puyol y Xavi, es uno de los cinco supervivientes de la plantilla azulgrana que perdió la final del Mundial de Clubes de 2006 , ante el Internacional de Porto Alegre (1-0).

'Esa derrota nos sirve de experiencia. Lógicamente habría preferido ganar entonces, pero, como mínimo, ahora tenemos la lección aprendida, sabemos que no podemos fiarnos de ningún equipo', reconoce el manchego.

'Tenemos esa espina clavada', admite Valdés. 'Es un trofeo muy difícil de conseguir: al Mundialito va quien gana la Liga de Campeones y eso cuesto mucho', añade el guardameta. 'Además, los equipos suramericanos le dan muchísima importancia', tercia Xavi. 'Sí, para nosotros el torneo quizá tiene un punto aún más especial', confirma Alves.

'Mi equipo en Brasil es el Sao Paulo y por suerte nos ha tocado ganar más de una. ¡La que más recuerdo es precisamente la que ganamos contra el Barça!', comenta el brasileño entre risas en la web de la FIFA. Mañana se disputa la primera semifinal; el Barcelona entra en escena el miércoles ante el Atlante mexicano.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?