Público
Público

Pablo Andújar: "Ganar o perder está en tus manos, pero una lesión no"

El tenista español ve por fin la luz al final del túnel de una larga lesión que le ha mantenido un año en el dique seco. A las puertas de su regreso, el ‘guerrero’ Andújar cuenta en Revista Elite Sport cómo ha sido este duro proceso de recuperación.

Andújar devuelve de revés en un partido en Roland Garros 2015. - CORDON PRESS

Las lesiones constituyen el mayor contratiempo que todo deportista puede hallar en su camino. Una variable incontrolable e inexorablemente unida al más alto rendimiento, capaz de hacer tambalear los sueños y objetivos de quienes a diario trabajan por y para su deporte. Al tenista español Pablo Andújar su codo derecho le imploró clemencia hace más de un año en tierras suizas. Fue durante la disputa del torneo de Gstaad 2015, cuando tras efectuar un saque se desató la tormenta, dando comienzo a un tortuoso proceso de recuperación que el conquense ha querido compartir con todos nosotros. Lo hace cuando se encuentra ya a pocas semanas de su regreso a las pistas.

“Después de lo que me ha pasado, tengo más motivación e ilusión que otro año cualquiera en el circuito"

La conversación se inicia al término de su entrenamiento vespertino, “dame veinte minutos, que estiro un poco y empezamos”. Sus palabras destilan la felicidad de quien se vuelve a sentir tenista tras muchos meses de incertidumbre. La satisfacción por el trabajo realizado domina su estado de ánimo: “Acabo de terminar de entrenar, lo que es una buena señal. Cada día vamos a más, y hoy hemos hecho el primer día de saques. A ver mañana cómo me levanto, pero en principio ha ido bien, el codo no me ha molestado. El feeling es bueno a día de hoy, pero mañana al ser un tema de tendón no se sabe bien si estará entumecido”.

Es una dolencia imprevisible y asegurar una fecha exacta para su regreso se antoja complicado. La entrevista transcurre a finales del mes de enero y si se cumplen los plazos previstos en apenas un mes podría estar ‘sirviendo’ en la gira sudamericana. “En principio ese es el objetivo. La gira empieza la semana del 6 de febrero, aunque esa semana no jugaría”. “Si todo va muy bien podría empezar en Buenos Aires, pero podría ser algo precipitado. Creemos que lo ideal sería volver en Río de Janeiro la semana del 20 de febrero, ya a finales de mes”.

Una lesión mal curada

El tenista español realiza una ‘willy’, golpeando la bola por debajo de sus piernas. - CORDON PRESS

El tenista español realiza una ‘willy’, golpeando la bola por debajo de sus piernas. - CORDON PRESS

Pablo tiene buena memoria y rescata una gran cantidad de información y detalles para ordenar cronológicamente su ‘vía crucis’: “Todo empieza a finales de 2012 y principios de 2013, que me empieza a molestar el codo. Voy jugando gracias a los antinflamatorios, muchas veces infiltrado, y vamos poniendo parches hasta que eso va a más. En el torneo de Gstaad, en 2015, noto un pinchazo muy fuerte y apenas puedo sacar. Recuerdo que terminé ese set y me retiré. El 2015 estaba siendo bueno, fui finalista en el Godó y tenía que jugar hasta el US Open, y aunque jugué infiltrado no me encontraba bien. Termina la temporada y optamos por un tratamiento conservador para evitar el quirófano, y en enero de 2016 empiezo en Australia. Yo noto que me sigue molestando y en febrero decido ya operarme. La primera operación es en marzo, pasan seis meses y reaparezco en el Challenger de Sevilla, pero todavía sin estar al 100%”.

La impaciencia es uno de los mayores pecados posibles de cometer en toda recuperación plena, y Andújar forzó cuando no estaba en condiciones de hacerlo: “Mira, al principio tienes muchas ganas de volver porque crees que te vas a poner bueno muy rápido, después ves que no va a ser así, en mi caso vuelves y ves que te sigue doliendo, entras en una fase de medio depresión en la que ves que no te curas”. Dos semifinales en un par de torneos Challenger no acababan con unas molestias “que iban cada vez a más”.

“Hacía todo lo que los doctores y fisios me decían, pero no tenía sentido que meses después de la operación, los dolores fueran a más"

“Hacía todo lo que los doctores y fisios me decían, pero no tenía sentido que meses después de la operación y cumpliendo los plazos y procesos de recuperación establecidos, los dolores fueran a más. Contemplamos entonces la posibilidad de una segunda operación, que finalmente se produce el pasado mes de noviembre. En la primera intervención se puso un clavo y un hilo para adherir el tendón al hueso, y en la segunda, además de quitar mucha fibrosis (cicatrización del tejido secundaria a una operación) del hueso, se opta por retirar ese hilo para evitar esa tensión que generaba en el tendón y dejar que por sí mismo se fuera haciendo fuerte para su adhesión al hueso”.

El marco de nuestra charla ofrece como punto del día el Open de Australia ─en plena celebración por esas fechas─. Pablo reconoce estar siguiéndolo por televisión. Sin traumas ni fobias, solo tenis. “Ahora mismo disfruto viendo tenis, y lo veo de otra manera. Hace tanto que me lesioné que incluso ya me veo un poco fuera de todo eso. Antes, al principio de la lesión, veía un partido por la tele y sentía muchísima rabia y frustración. No podía, me decía que tenía que estar ahí, pero ahora no, eso ya pasó. Ahora ya estoy en la fase de la ilusión, la fase en la que ya lo ves cerca. Ya no tienes esas prisas por volver, y si lo hago es porque estoy al 100%. No siento esa presión añadida de tener que jugar y competir, estoy tranquilo y me siento bien”.

Del Potro como ejemplo

Juan Martín Del Potro fue sin duda uno de los grandes protagonistas del panorama tenístico en 2016. Tras superar una grave lesión de muñeca, que a punto estuvo de retirarlo, volvió para conquistar una medalla olímpica, la Copa Davis… Y el corazón de todo aficionado.

“Salvando las distancias, que Del Potro es un grandísimo jugador y tiene un nivel altísimo, él ha vuelto y lo ha hecho incluso mejor que antes. Saber que otra persona ha podido te da mucha fuerza y motivación, y pienso, si él ha podido, ¿por qué yo no voy a poder? Es un ejemplo, la segunda mitad de año que hizo en 2016 después de una lesión tan larga es admirable. Intentó volver y no se encontró bien, como me ha pasado a mí, insistió… Eso es una inspiración para gente como yo, que lleva tanto tiempo lesionada”, asegura.

La importancia del entorno

Afrontar una lesión de larga duración puede llegar a convertirse en todo un ejercicio de fe. Un período de encuentro con uno mismo en el que el entorno juega un papel fundamental para mantener la estabilidad de una persona que ha vivido sometida a una enorme presión casi desde la adolescencia. Como reconoce Pablo, bien llevado, incluso se aprende.

“Se valora mucho más todo. Lo que ha sido tu carrera y lo que has conseguido. Entonces te das cuenta de que lo peor no es la derrota, son las lesiones"

“Se valora mucho más todo. Lo que ha sido tu carrera y lo que has conseguido. Entonces te das cuenta de que lo peor no es la derrota, son las lesiones. Ganar o perder está en tus manos, pero una lesión no la controlas tú, esa es la lección más clara. Yo he tenido la mala suerte de que quizá no he sabido curarlo bien, o no he sabido parar a tiempo. El hecho es que el tenista convive con lesiones, así que hay que ser fuerte de cabeza, constante y tener paciencia, tranquilidad y muchísima ilusión. Sacar algo así adelante sin ilusión es difícil”.

El 13 de julio de 2015 se convirtió en el número 32 del ranking ATP ─su mejor clasificación hasta la fecha─, y desde que su codo dijo basta, ha caído del puesto 64 al 499 (gracias al ranking protegido mantendrá algunos puntos que le permitirán jugar algún gran torneo, aunque es consciente de que necesitará invitaciones). Formó parte del equipo español de Copa Davis en 2012, 2014 y 2015. Y además de sus títulos en torneos ATP (en Casablanca 2 veces y en Gstaad), alcanzó las 20 participaciones consecutivas en Grand Slam.

“La confianza lo es todo, el tener un entorno fuerte y sólido que te apoya, que al final sabes que te quieren igual"

Nadie podrá arrebatarle lo conseguido, ni lo que le queda por conseguir, aunque entre los suyos lo que verdaderamente importe sea su sonrisa. “La confianza lo es todo, el tener un entorno fuerte y sólido que te apoya, que al final sabes que te quieren igual cuando ganas que cuando te recuperas de una lesión. El entorno es lo más importante de un deportista, sobre todo en el tenis, que es un deporte individual y necesitas gente a tu lado. Es cierto que a veces ves actitudes que te chocan un poco, en mi caso he de decir que han sido las mínimas y que he tenido un gran apoyo de casi todo el mundo que considero importante para mí. Pero siempre hay actitudes que no esperas. Por suerte soy una persona que ha tratado de mantener los pies en el suelo, con mi gente y mis amigos de siempre, y eso ayuda a que en momentos así no te lleves grandes decepciones. Además yo siempre he recibido llamadas y mensajes de apoyo de compañeros, entre los tenistas se percibe siempre mucho compañerismo”.

Pablo ‘baña’ en cava a Nishikori durante la ceremonia de premios del Godó 2015. - CORDON PRESS

Pablo ‘baña’ en cava a Nishikori durante la ceremonia de premios del Godó 2015. - CORDON PRESS

Año nuevo, vida nueva… Y entrenador nuevo

Lo suyo en 2017 va a ser partir de cero en muchos sentidos, empezando por su equipo de trabajo. El hermano de David Ferrer, Javier Ferrer, se ha convertido en su nuevo entrenador. Aprovechando el parón y un período de reinvención absoluta, llegó el momento de unir sus caminos: “Ya nos conocíamos desde hace tiempo, y en su día ya habíamos hablado para ver si podíamos trabajar juntos”. “Ahora se han dado las circunstancias y los dos tenemos muchísima ilusión en el proyecto. Confiamos mucho el uno en el otro y hemos empezado en esto al 100%, no hay dudas, los dos vamos a darlo todo”.

"Quiero que cuando termine mi carrera pueda pensar que he sido un gladiador, un luchador que no se ha quedado con nada dentro"

Y añade: “Es algo que se ha dado en un buen momento, después de lo que me ha pasado tengo más motivación e ilusión que otro año cualquiera en el circuito, y este cambio llega en el momento perfecto”. El conquense entrena en Jávea (Alicante), integrado en la ‘Academia Tenis Ferrer’. Preguntado por su nuevo hogar, no tiene más que palabras de elogio y gratitud: “Están haciendo una labor fantástica, tener un referente como ‘Ferru’ es importante. No hay mejor ejemplo para los chavales y para una academia que él. Es un tenista muy trabajado, se lo ha currado muchísimo para llegar hasta donde ha llegado sin tener un enorme talento como otros tenistas, y eso hace que cualquier chaval que quiera empezar en esto tenga que fijarse en David. Nada mejor que el trabajo que se hace en su academia para transmitir esto”.

Espíritu de superación, trabajo en equipo, constancia, capacidad de mejora, compañerismo y pasión son los ‘mandamientos de la ley Andújar’ que gobiernan el encabezado de su web. Valores que han forjado la personalidad de un tipo que todavía tiene mucho tenis por ofrecer. “Quiero darlo todo, siempre he intentado salir de un partido pensando que he hecho todo lo que podía. Quiero que cuando termine mi carrera pueda pensar que he sido un gladiador, un luchador que no se ha quedado con nada dentro. El día que me retire no soportaría haberme dejado algo”. Éxitos y suerte, Pablo. Bien lo mereces.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?