Durante lo peores momentos de la rivalidad entre Fernando Alonso y Lewis Hamilton, cuando ambos compartían escudería en McLaren, la imagen del padre del piloto británico se ganó a pulso la antipatía del público español. Sus declaraciones en contra del asturiano y la sensación de entrometido que dejaba en todos los circuitos aumentaron su impopularidad.

Cuando Alonso pasó a Renault,su mala fama no mejoró. Cada vez que la televisión muestra su imagen, y son muchas, el espectador español se enfurece. Sin embargo, el pasado domingo, apenas se le vio. No se mostró tanto. Casi permaneció escondido. Concluida la carrera, pisando charcos y en medio de una nube de periodistas, apareció al fin sonriente Anthony Hamilton.

Durante las dos últimas vueltas, mucha gente en España se acordó de usted.

Fue el peor momento de mi vida. Y espero que no vuelva a suceder nunca más. Era una situación increíble. Por suerte, Lewis pudo salir airoso.

¿Qué sintió cuando cruzó la meta?

Fue hacer nuestro sueño realidad. Un sueño perseguido desde hace años y que ahora es de verdad. Fueron 16 años persiguiendo ese objetivo ahora cumplido.

¿Durante la carrera, qué sintió?

Fue una mezcla constante de tristeza y alegría. Veíamos que Felipe estaba haciendo un soberbio trabajo y nosotros no podíamos tener clara la posición para ganar.

¿Qué le dijo a su hijo nada mas encontrarse con él?

Simplemente, me quedé sin palabras. Fue un momento único: como lo estábamos esperando desde hacía tanto tiempo, no llegaba a comprender su magnitud.