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"Pau es el triunfo de la inteligencia sobre el músculo"

Tomic. Pívot del Madrid. Sus 217 centímetros ya se hacen notar en la rotación blanca

MIGUEL ALBA

Duerme a lo ancho de tres camas de 90 centímetros. El modelo kingsize no le llegará hasta dentro de un mes. Sin embargo, a pesar de sus 2,17 metros, Ante Tomic (Dubrovnik, 1987) tiene alma de bajito. 'Empecé como base y lo seguiría siendo, si no hubiera crecido'. En un año, el estirón fue de 15 centímetros.

¿La altura expone más a la crítica?

Sin duda. Canta mucho todo lo que haces frente a los bajitos. Ellos parecen que se mueven en silencio; a nosotros, sin embargo, se nos notan más todos los defectos.

Es el tercer jugador más alto en la historia del Madrid, tras Nenad Sinanovic (2,22) y Sabonis (2,20). ¿Impone la estadística?

Un poco, especialmente porque sé la presión que supone.

¿La altura es sinónimode solución?

En cierta manera, sí. De todas maneras, un jugador no entra en la historia por lo que mide sino por lo que aporta.

¿Y qué aporta usted?

Menos de lo que quisiera. Soy consciente de que tengo que ser muy autocrítico con mi juego para ofrecer lo que se espera de mí. Mis movimientos aún son lentos. Tengo que ser más rápido en la zona, que se note menos lo que voy a hacer. En definitiva, tengo que conseguir dominar todo aquello que hacen bien los pívots: el tiro corto, el gancho, sacar partido al bote en la zona o hacerme espacio con el cuerpo.

Sin embargo, a usted se le fichó para contrarrestar a pívots de muchos centímetros y kilos. ¿De verdad que está preparado?

Sí, lo creo sinceramente a pesar de que hay jugadores mucho más fuertes que yo en Europa, pero tengo coraje para pelearme con quien sea. Eso es algo que no se adquiere con entrenamientos ni con planes específicos.

Pero imagino que es consciente de que aún no intimida en la pintura.

Con los pívots sé que me falta músculo y que eso es un hándicap importante. En un año o año y medio, con el plan de trabajo específico que estoy siguiendo, espero haber ganado el potencial que me falta. Calculo que tengo que coger alrededor de 3,5 kilos de masa muscular para hacerme fuerte en la zona.

¿Y mientras tanto?

Toca ser inteligente para anticiparme al impacto y llevar el juego a donde me conviene.

Está describiendo el esquema de Pau Gasol.

Sin duda. Pau es mi modelo.

De hecho, se le compara con él. ¿Acepta esa definición de Gasol del Este?

Para nada. Aún no lo soy y no sé si algún día me habré ganado esa comparación. Para mí, Pau es el mejor en esa posición en Europa y me atrevería decir que también en la NBA. No es tan fuerte como otros pívots pero sus movimientos son únicos. Es el mejor ejemplo del triunfo de la inteligencia sobre el músculo.

Otro apelativo. Tomic es el anti Fran Vázquez. ¿Se ve en el papel?

Bueno, eso parece. Le he visto algunos partidos y sé que va a ser complicado pararle. Es más fuerte que yo y su juego está mucho más evolucionado. Pero, al final, me conozco y en este tipo de duelos me transformo porque sé de la importancia psicológica de ganar un duelo de este tipo.

Habla mucho de psicología, de la inteligencia. ¿Estar bajo las órdenes de Messina es un examen constante para un jugador en formación como usted?

Es un reto que te obliga a crecer. Entrenar con Ettore es como hacer un máster diario de baloncesto porque, para mí, es el mejor técnico del mundo. Yo busco el sobresaliente, pero sé que está difícil.

¿De qué nota parte?

Diría que del cinco. En mi anterior equipo (KK Zagreb) creo que estaría sobre el 9, pero eso no extrapolable cuando llegas al Madrid.

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