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El peor Madrid es el mejor

El liderato se interpreta desde el club como una muestra de que el equipo no estaba tan mal como argumentaba la crítica. El juego de Pellegrini no convence, pero ha firmado el mejor arranque liguero en 17 años

LADISLAO J. MOÑINO

Los números dicen que el Real Madrid acudirá al Camp Nou como líder inesperado: 28 puntos sobre 33, segundo conjunto que más goles marca (27) y equipo menos goleado (8) junto a Barça y Sevilla. Ni por juego, ni por las turbulencias que generó el terremoto del Alcorcón se podía prever que la clasificación diera ese vuelco que ha situado al Barcelona un punto por debajo.

Este deslumbrante arranque estadístico es el mayor escudo de Pellegrini. Desde la temporada 91-92, con Antic en el banquillo, el Madrid no protagonizaba un inicio de temporada tan eficaz y contundente. Hay cierto paralelismo entre ambos periodos. Por entonces, como ahora, el juego de equipo era criticado, pero desde los resultados su marcha por el campeonato era incuestionable. En la undécima jornada, aquel grupo sólido que contempló la explosión de Hierro como inesperado centrocampista goleador, registraba un balance de 10 victorias y una sola derrota.

En cada rueda de prensa en la que a Pellegrini se le ha cuestionado el juego, su respuesta han sido los números. Ahora, con el equipo líder, se siente cargado de razones para sentirse reforzado. Nueve victorias, un empate y una sola derrota son el caparazón tras el que se parapeta cuando le hablan de un fútbol más convincente. Ahora mismo, Pellegrini, que siempre defendió 'un compromiso estético con el que paga por ver fútbol', vive de los resultados a la espera de que le aparezca un once que ofrezca de forma continuada el juego que se le demanda.

A la tabla también se agarran desde algunos despachos para reconfortarse, aunque preocupa la falta de fútbol. 'Jugamos como pudimos' o 'esto es una carrera de supervivencia', fueron frases agónicas que salieron de la boca de Higuaín y Valdano al término del partido ante el Racing. El Madrid es un líder sin encanto cuando se esperaba que a estas alturas al planeta fútbol le faltaran calificativos para ensalzar el potencial de una plantilla millonaria.

Después de la grandiosa inversión realizada, de fichar a algunos de los mejores jugadores del mundo, el Madrid se aferra a la simple y fría estadística, al carácter y a la superación de la multitud de lesiones sufridas para afrontar el futuro. Ayer, ese optimismo por el liderato se manejaba por algunos rincones del club con aires reivindicativos y de autoestima. El primer puesto en la tabla se considera una muestra de que el equipo no es tan malo como se estaba diciendo; de que los jugadores han sabido sobreponerse a un ambiente mediático agresivo y que Pellegrini ha evitado un derrumbe total, aunque se le siga exigiendo una mejoría notable en el juego. Se reconoce desde Concha Espina que el grupo no ha dado el nivel esperado.

Albiol, también asumió ayer esa falta de brillantez: 'No estamos jugando bien, pero lo importante es que estamos ahí arriba. Salvo la eliminación de la Copa no se nos puede reprochar nada. Aunque podemos jugar mejor'. 'Lo importante fue la victoria; 1-0 y ya está', fue el lacónico discurso de Drenthe, en la misma línea de supervivencia a la que hace referencia Valdano.

El Madrid anda a la búsqueda de liderazgo en el juego y de un líder en el campo que supla la ausencia de Raúl. La transición al banquillo del capitán ha generado un vació anímico durante los partidos. En el club, a la espera de la reaparición de Cristiano Ronaldo, se apunta a varios jugadores, Casillas, Pepe y Xabi Alonso e incluso Higuaín, al que Pellegrini dedicó ayer un par de minutos en solitario para corregirle movimientos. El Pipa también podría defenderse con números: lleva más goles (5) que Raúl y Benzema con menos minutos sobre el campo.

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