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La plegaria de Chicharito

El delantero mexicano, por la baja de Benzema, partirá de inicio junto a Cristiano. Gozará contra el Atlético de los minutos que le ha negado Ancelotti en la temporada en el partido más perverso. Sus rezos volverán al Santiago Bernabéu.  

Chicharito Hernández reza antes de un partido en el Bernabéu.

Javier Hernández clavará esta noche sus rodillas sobre el centro del césped del Santiago Bernabéu, elevará sus manos y dirigirá su cabeza al cielo. Chicharito volverá a dar gracias a su dios por otorgarle una nueva oportunidad para disfrutar de lo que mejor sabe hacer. Pero la de hoy será una plegaria especial. Una plegaria de Champions. Una plegaria al cielo antes de la terrenal batalla que dirimirá, junto a sus compañeros del Real Madrid, contra el Atlético por un puesto en las semifinales de la Champions.

Un ritual que no abandona desde su etapa en el Chivas de Guadalajara, donde hubo tiempo en el que llegó a plantearse dejar el fútbol con apenas 20 años. "Me sentía viejo con esa edad porque de los 18 a los 21 años nunca había jugado un partido oficial como titular" recuerda con amargura. Veía que el tren del fútbol se le pasaba. A él, hijo y nieto de futbolistas, que se había criado en un entorno de puro balompié y para el que el balón suponía el instrumento más directo para alcanzar la felicidad. Así, cuando su suerte cambió, él se apoyó en la fe que profesa. Rodillas clavadas y mirada al firmamento. 

El mexicano será titular en el partido más importante que se le presenta desde que aterrizó el pasado verano en Chamartín. En sus botas recaerá la responsabilidad del gol debido a la baja por lesión de Benzema. Será la séptima vez en toda la temporada que parta de inicio. Un bagaje escaso para un jugador que aspiraba a contar mucho más para Carlo Ancelotti.

El '14' blanco solo ha podido jugar un total de 784 minutos, repartidos en 17 partidos de Liga, 5 de Champions y 2 de Copa. Él ha traducido esa poca confianza en 5 goles y en una actitud a la que nada hay que reprochar. Chicharito, para el que el "fútbol no es un trabajo", disfruta al máximo cada día que entrena en Valdebebas. Contagia esfuerzo, sacrificio y alegría en los entrenamientos. Y a la hora de la verdad procura aprovechar las pocas oportunidades de las que disfruta.

Por eso, en los recientes partidos contra el Eibar y el Málaga se ha reivindicado. Marcó en el primero de cabeza y asistió a Cristiano en el segundo. Con el portugués se entiende y hoy formarán la pareja de ataque en el Real Madrid. "Estaba pidiendo a gritos más oportunidades y si luego no las aprovechas no sirve de nada", decía el mexicano al término del partido contra el conjunto armero, y ayer le daba la razón Ancelotti: "Chicharito ha respondido muy bien en los partidos que le he dado. Está en una condición psicológica muy buena".

El gol en sus botas

Hoy cuenta con él. Con su hambre. Con sus ganas. Y con su capacidad para el gol. Una condición que el Real Madrid tiene que cumplir sí o sí. Chicharito tendrá que ponerse en la piel de su ídolo Ronaldo -el brasileño- para alzarse en héroe en una noche solo para valientes. Atrás quedan aquellos meses en los que el banquillo pesaba como una losa para un jugador incapaz de entender el fútbol desde el exterior. Nadie le reprocha ya que en marzo, con su selección, se desahogara: "He llorado mucho. Mi situación es frustrante. Colaboro, ayudo y doy el cien por cien, pero en los partidos las oportunidades son mínimas".

Chicharito está, con 26 años, ante el partido que siempre soñó jugar. En un estadio, inmisericorde, que esperará lo máximo de él. Él, sin embargo, rebaja la presión de lo que supone una noche así en el Bernabéu con el Real Madrid, porque aquí "en un club así no puedes decir que te falta algo. Lo tienes todo para dar el máximo en tu rendimiento". Por eso, para noches como la hoy, dejó su vida en Manchester y cogió un vuelo rumbo a Madrid. En junio su destino será otro. Pero Chicharito sólo piensa en el hoy. 

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