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Una polémica rasgada

Los deportistas españoles califican de 'absurdas' las acusaciones de racismo a la selección de baloncesto por emular los ojos rasgados de los chinos en una foto promocional 

NOELIA ROMÁN

Desde la perspectiva que le ofrecen sus 215 centímetros y con la autoridad que le confiere su irreprochable trayectoria, Pau Gasol zanja la cuestión en un par de minutos: 'Esa foto fue una gracia, algo divertido que hicimos con motivo de nuestra participación en China, nunca con ánimo de ofender sino de hacer algo divertido. No entiendo con qué fines se ha sacado de contexto'. La foto, la dichosa foto, que retrata a los jugadores de la selección española de baloncesto haciendo el gesto que emula los ojos rasgados de los chinos, ha sido la última excusa hallada por la prensa anglosajona para tachar a España de racista.

Encabezados por The Guardian, el primer diario en tildar el retrato de 'irresponsable, inconveniente, insultante y racista', diversos medios coinciden en descalificar el gesto de Gasol y sus compañeros, realizado antes de los Juegos para una campaña publicitaria de uno de sus patrocinadores. Esa mañana, los campeones del mundo se hicieron otros 15 retratos promocionales. Durante días, la foto ha aparecido en la prensa española. El martes, el rotativo británico la puso en tela de juicio recordando otros episodios racistas atribuidos a españoles (Luis Aragonés y los insultos a Hamilton), y sus críticas cruzaron el charco. En China, el asunto apenas ha tenido repercusión. Algunas páginas web recogen la polémica, sin abundar en ella. Y los deportistas chinos ni siquiera han comentado el incidente, que ha pasado desapercibido para la población.

'Los chinos se han portado de maravilla con nosotros y, además, en España, hay muchos', apunta Rudy Fernández. 'Es totalmente irracional que se utilice una palabra tan dura como racismo', abunda el escolta de la selección, antes de establecer una comparación. 'Es como si a nosotros nos pusieran cuernos para relacionarnos con los toros. Es una foto graciosa y nada más', sentencia el jugador de los Blazers. Ricky Rubio, con una sonrisa que despoja de toda trascendencia al asunto, añade: 'Es como cuando juegas con gente más alta y te pones de puntillas para estar a su altura'.

A algunos no se les escapa que la polémica tiene una finalidad: 'busca desestabilizar. Si no, no tiene sentido', asegura Gasol. Manolo Martínez coincide él. 'Se nota que en el mundo anglosajón tienen mucho tiempo para discutir y muy pocas cosas que hacer. Nos tienen envidia', apunta el lanzador. 'Lo que pasa es que Chicago lucha con Madrid por los Juegos de 2016 y esta es una manera de armar follón para que no se los lleve España', añade Rudy, que vivirá el próximo curso en Portland.

El proceder de los jugadores de Aíto García Reneses no encuentra ningún pero entre los deportistas de la delegación española -'Como mucho, es una mala idea', concede Manolo Martínez-, que interpretan el gesto como un guiño de complicidad con el pueblo chino, recuerdan las obligaciones con los patrocinadores y califican la polémica de 'absurda'.

'Se nota que no conocen a los españoles', apunta Almudena Cid; 'sólo hay que ver la que montamos en la ceremonia de inauguración. Es una polémica absurda, provocada para hablar de algo'. 'Nosotras también nos hicimos esa foto, con toda la ilusión que nos hacía disputar los Juegos de Pekín', señala Lucila Pascua, también baloncestista. 'Como no saben cómo llamar la atención y cómo vender', interviene Mario Pestano, 'utilizan estas tonterías. No entiendo por qué, desde España, se le da repercusión. Es igual de absurdo'. 'A veces, los patrocinadores nos piden cosas que no son las más apropiadas, pero nos debemos a ellos', recuerda Jackson Quiñónez. Gervasio Deferr remata: 'Es estúpido pensar algo así de los jugadores de baloncesto; hacer polémica de la nada'.

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