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Una primera vuelta de récords, crisis y sorpresas

Las primeras 19 jornadas dejan en la retina a un Barça imparable, un Madrid irreconocible, revelaciones como el Betis o el Rayo... pero también estadios semivacíos, cuatro técnicos caídos y clubes con deudas galopa

JORGE YUSTA

Diecinueve jornadas y 190 partidos después la Liga ha echado el cierre a una primera vuelta cargada de tensión deportiva y momentos dignos de destacar. La marcha imparable del Barça, el hundimiento del Real Madrid, la consolidación del Atlético, los equipos revelación... pero también las crisis institucionales, los entrenadores despedidos y los equipos con el agua al cuello. En diez claves analizamos todo lo que ha deparado esa primera mitad de la temporada 2012/13:

Muchos dudaban de la capacidad de Tito Vilanova para mantener el listón tan alto como lo dejó Pep Guardiola. Pero no solo lo ha logrado, sino que lo ha elevado. Sin el ruido mediático que generaba su antecesor y con algunos retoques en el estilo, Vilanova -que se vuelve a enfrentar a la batalla contra el cáncer- ha logrado que el Barça culmine la mejor primera vuelta de la historia de la Liga. Los culés han sumado 55 puntos de 57 posibles. Tan solo han cedido el empate a dos contra el Real Madrid. Este Barça supera al de la temporada 2010-11, que hizo con Guardiola 52 puntos. Si sigue a este ritmo terminaría la Liga con ¡110 puntos! Una auténtica barbaridad. Además, también ostenta récord de goles marcados, 64. Por eso, los azulgranas caminan firmes hacia la consecución del campeonato. Con otras 19 jornadas por jugar, ya miran a lo lejos por el retrovisor a Atlético (11 puntos menos) y a Real Madrid (18).

Nadie se explica cómo el campeón que arrasó en la temporada pasada ha sufrido tal debacle en tan poco tiempo. Mourinho se ha instalado en una vorágine fagocitadora que ha borrado todo rastro del buen juego que se presupone a un equipo con tantísimas estrellas. Las broncas con la plantilla, la obsesión por su imagen, los órdagos al presidente y a la afición y su incapacidad para proponer soluciones deportivas a la crisis de resultados ha provocado que los blancos tan solo hayan sumado 37 puntos y hayan tirado la Liga. A estas alturas la temporada pasada contaba con 12 puntos y 22 goles más. Ya es el peor año del técnico portugués desde que llegó a Chamartín y hay que remontarse hasta la temporada 2005/06, con Wanderlei Luxemburgo, para encontrar datos peores del equipo blanco. Pero lo peor, sin duda, es el daño que está provocando a la imagen del club.

Los rojiblancos son los únicos capaces de oponer cierta alternativa a la dictadura del Barça. Ha convertido el Vicente Calderón en un fortín, ya que es el único equipo de Primera que ha ganado todos sus partidos en casa. Pleno. 10 de 10. Inmejorable. Suma 44 puntos y se ha asentado con comodidad en la segunda plaza. Luchar por el título queda muy lejos pero Diego Simeone ha conseguido consolidar a un equipo que cree en sí mismo, que sabe a lo que juega y que, con Falcao en estado de gracia, es capaz de solventar los partidos tanto con eficacia como con brillantez.

La Liga española puede alardear de tener en sus filas a los tres mejores goleadores del mundo. Tres depredadores que sostienen la capacidad ofensiva de sus equipos y que protagonizan una de las luchas más preciosas de las últimas décadas. El argentino Leo Messi, el portugués Cristiano Ronaldo y el colombiano Radamel Falcao alcanzan cifras que muchos equipos de Primera quisiera para sí. Entre los tres suman la friolera de 62 goles. Tan solo el Barça es el único equipo capaz de superar esa cifra anotadora. Messi marcha a un ritmo supersónico. Lleva 28 goles. Una pasada. Muchos pichichis ni siquiera alcanzaron esos goles en una temporada entera. Cristiano (16 goles) sigue siendo el salvador del Real Madrid. Y Falcao se ha consolidado con el depredador total en su mejor curso. El Dépor sufrió en sus propias carnes hasta cinco zarpazos del Tigre.

Dos equipos modestos y que conocen los sinsabores de las categorías inferiores se han convertido en los animadores de la Liga. El Betis de Pepe Mel se ha instalado en puestos Champions y recuerda al equipo que en 2005 ganó la Copa del Rey y disputó la Liga de Campeones. Ganó al Real Madrid y plantó cara al Barça. La 'manita' sufrida ante el Sevilla, el único borrón en una primera vuelta para enmarcar. Y para quitarse el sombrero es lo que está logrando Paco Jémez con el Rayo Vallecano. Su estilo valiente, osado y con desparpajo se ha traducido en resultados. Ha ganado los últimos cuatro partidos y coquetea, séptimo, con Europa. Un equipo que ha sufrido tanto deportiva y económicamente se merecía disfrutar.

Bendito problema que tiene Vicente del Bosque a la hora de elaborar convocatorias. Para la próxima, en un amistoso contra Uruguay en Qatar, varios jugadores están haciendo méritos para recibir la llamada del seleccionador. Destacamos en especial la tremenda campaña que están realizando Iago Aspas, Rubén Castro, Piti y Aduriz. El canterano del Celta es un soplo de aire fresco, un talento que vuelve locas a las defensas rivales. No piensa, actúa. Y con el balón en los pies es un auténtico diablo. El bético se ha ganado unirse a la extensa nómina de bajitos de la Roja. Al tocar el área tiene siempre la mente fría para marcar de la forma más inverosímil. Se fue Michu pero sigue Piti. El capitán rayista forma junto al brasileño Leo Baptistao una de las parejas de moda. Sus nueve goles le avalan. Y el delantero del Athletic es un zafador curtido en mil batallas. Ha logrado hacer olvidar a Llorente en San Mamés.

Da pena observar tantos y tantos asientos sin ocupar en los estadios de Primera División. Dos de los ejemplos más claros son las paupérrimas entradas que han registrado en muchos partidos los de Mallorca y Getafe. La crisis, obviamente, ha influido. Millones de españoles no pueden permitirse pagar 56 euros de media que cuesta una entrada en Primera. Muchos clubes se empeñan en mantener precios irreales que, sumado al poco atractivo que despliegan sus equipos en el campo, provocan la espantada del público. Hasta ahora tan solo se han registrado dos llenos, en el clásico del Camp Nou y en el derbi madrileño. Tampoco ayudan los horarios que pacta la LFP con las operadoras televisivas. Acudir un viernes o un lunes por la noche a un estadio requiere una capacidad de sacrificio que muchos aficionados no están dispuestos a asumir. 

La crisis sigue apretando a la mayoría de clubes de Primera. A lo que se une la lupa que ha puesto Hacienda sobre sus deudores. La deuda de los clubes asciende a 700 millones. 'No hay un duro para fichar' es la frase que más pronuncian los dirigentes. Fruto de ello es la reducción drástica tanto de contrataciones como de millones gastados en las mismas. En el mercado invernal que sigue abierto tan solo se ha registrado un traspaso, el del serbio Stevanovic. El Sevilla ha pagado por él 1,2 millones. El resto son cesiones o jugadores que llegan libres. Los casos más dramáticos de la insolvencia que han alcanzado estas entidades son los del Deportivo y del Málaga. El club coruñés ha entrado en concurso de acreedores después de llevar varios meses sin poder pagar las nóminas de sus empleados y de que la Agencia Tributaria embargara en noviembre todos sus bienes. Y la UEFA ha expulsado al club andaluz de las próximas competiciones europeas para las que se clasifique por sus impagos a otros clubes, a sus trabajadores, acreedores y a Hacienda.

Hasta seis equipos se encuentran en una horquilla de tres puntos, codéndose entre unos y otros para no ser los últimos en llegar a la orilla. Todos quieren escapar de la quema del infierno de Segunda pero tres acabarán por caer.  Desde Osasuna, colista con 15 puntos, hasta el Celta -con 18- la lucha va a ser enconada. Entre medias también residen en el sufrimiento Deportivo, Mallorca, Granada y Espanyol.  Pero tampoco pueden despistarse equipos como el Athletic, el Zaragoza y el Sevilla, que no terminan de sumar los puntos necesarios para respirar con cierto sosiego.

Siempre el primero en perder la cabeza cuando las cosas van mal es el técnico. Y en esta primera vuelta ya llevamos cuatro entrenadores destituidos. La mayoría por no hallar una solución para sacar a su equipo de la zona de descenso. Pero otros, incluso, por no alcanzar las expectativas esperadas. El último en quedarse en paro fue este mismo lunes. Del Nido se cargó a Míchel después de la última derrota del Sevilla ante el Valencia. Unai Emery le sustituye en el banquillo del Pizjuán. El primero en caer fue Pochettino en el Espanyol, sustituido por Aguirre, que todavía no terminado de levantar el vuelo de los pericos. Llorente prefirió poner en bandeja de plata al público de Mestalla la cabeza de Pellegrino. Valverde ha logrado la reacción buscada. Y antes de terminar el 2012, Oltra fue cambiado por el portugués Paciencia.

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