Público
Público

'La Pulga' se rebela

Messi, con su quinto ‘hat-trick', y Valdés, decisivo ante Isco, firman el triunfo del Barça sobre el Málaga

NOELIA ROMÁN

No hay mejor acicate para Leo Messi que la crítica injustificada. Como si todo lo hecho no contara, el argentino se revuelve cada vez que su rendimiento se cuestiona. Poco importa que Pep Guardiola y sus compañeros lo defiendan incondicionalmente; la Pulga se siente en la obligación de demostrar que sigue siendo el rey del mambo. Aunque para llegar a los más de mil goles que alegremente le reclama Pelé le falte todo un mundo, Messi justifica reiteradamente su condición de mejor jugador del orbe. Lo hizo ayer en La Roselada y no sólo por el hat-trick que dejó, el quinto de la temporada, para seguir aumentando su fabulosa cuenta. Por el momento, las intervenciones de la Pulga resultaron decisivas para que el Barcelona sumara, a costa del Málaga, tres puntos imprescindibles en su carrera por atrapar al vigoroso Madrid de la Liga.

Messi abrió y cerró el marcador de su equipo el día que el Barça, revitalizado tras el triunfo copero sobre los de Mourinho, cumplió con la exigencia de Guardiola: mostrar fuera del Camp Nou el ánimo goleador que exhibe en su estadio. Lo confirman los cuatro tantos que firmó y, sobre todo, el momento en que llegaron el segundo y el tercero, la sentencia. Fue justo tras la pausa, cuando el 1-0 que Messi había firmado a la media hora de partido, mantenía en pie la amenaza del Málaga.

El Barça andaba medio inquieto, pese a la ventaja que le había dado el cabezado del argentino, el mejor remate posible al preciso centro de Adriano. Porque, superiores en juego, los azulgrana habían asistido con cierto espanto al emocionante duelo entre Isco y Valdés, un toma y daca que ganó el portero, al cuarto de hora de partido. Con su brazo, el meta desvió a córner un chut envenenado de Isco. Y luego, cuando lo botaron los malagueños, neutralizó una doble ocasión que también protagonizó el joven delantero. Verse tan cerca del gol animó al Málaga y achicó un pelo al Barça, con problemas para encontrar espacios entre la ordenada zaga de los de Pellegrini, sólo superada por el tanto de Messi, que devolvió el control a los azulgrana. Más pasador, el argentino había insistido, sin éxito, en la combinación con Abidal que triunfó en el Bernabéu.

Consciente de la peligrosidad del 0-1, el Barça resolvió, en tres minutos, a la vuelta del vestuario. A la caza en el área, Alexis batió a Caballero después de que el meta resolviera bien ante un doble chut de Thiago. No había tenido tiempo a recomponerse Caballero cuando Messi le venció definitivamente. En una acción que ilustra todo lo que representa, el argentino robó un balón en la medular, combinó con Thiago y luego protagonizó una cabalgada que barrió a unos cuantos defensas malagueños antes de cruzar el tiro que sentó al meta. Con 40 minutos por delante, el partido había escrito su historia.

Aunque Messi lo adornara aún con su tercer gol, de factura muy similar al anterior. Y Rondón firmara el del honor andaluz, cuando el partido moría. El Málaga fracasó en la declarada intención de Pellegrini de tener el balón más que los azulgrana. El objetivo, más que un absurdo, como avanzó el propio técnico, es un imposible. Y más cuando Messi y el Barça se proponen intensificar la caza del Madrid, más allá del duelo de la Copa.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?