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Muchos puntos y pocas conclusiones

La docilidad de Cuba regala un cómodo debut a Scariolo que tiene a todo su grupo implicado con su filosofía

MARCOS PERERA

Casi un año después de la plata olímpica de Pekín, España volvió ayer a escena con un triunfo holgado. De poco sirvió el rival, Cuba, un sparring de andar por casa, para extraer grandes conclusiones en el nuevo concepto que predica Scariolo. Ayer comenzó su era, con la exquisitez de su fachada, con la gomina como símbolo de un baloncesto en el que todos están implicados.

Desde los nuevos, como Guillem Rubio, de paso hasta el regreso de Pau, o Llull, cuya química se barrunta en la sociedad en construcción con Rudy Fernández, hasta los de toda la vida. Marc sigue igual de motivado que siempre, un espíritu que sirve de acicate para la complicidad de este grupo humano.

Con estos ingredientes, el duelo ante el equipo caribeño nació cuesta abajo para los anfitriones. Así creció y así murió. Un par de mates de Marc, otras tantas bandejas deNavarro y el feliz debut deLlull (cinco puntos casi consecutivos incluido un espectacular alley hoop gentileza deRudy) abrieron la primera brecha. Otro arreón de los locales en el segundo cuarto, con un parcial de 15-0, hicieron más placentero el viaje hasta el intermedio (49-22).

Tras el descanso, España siguió recreándose y ampliando su renta, mientras Scariolo aprovechó la coyuntura para sus probaturas. Como la del juego interior alternando el esfuerzo de Claver, Garbajosa y Mumbrú en busca de rebotes o la rápida transición del Llull base del Madrid al Llull más tirador de la selección. Todo lo contrario que Ricky, inscrito ayer por el Joventut, que no realizó ningún lanzamiento.

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