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Raúl va de frente hasta en los pasillos

El capitán se encontró con Pellegrini en el Bernabéu y le dijo que iba a ver si eran cómodos los banquillos

ELÍAS ISRAEL

Ya hay quien se pregunta por las largas vacaciones de Manuel Pellegrini, nuevo técnico del Real Madrid. Cierto es que son Valdano y Pardeza los que tienen que mover la maquinaria en este periodo estival y sorprende, que un mes después de haberse marchado a Chile, el nuevo técnico blanco no se haya dejado ver por Chamartín.

Aunque sólo sea para dar ejemplo a los jugadores internacionales, a los que habrá que pedir que no disfruten un mes completo, especialmente Kaká, si se quiere que llegue en unas mínimas condiciones a los amistosos fuera de España. ¿Alguien se imagina al Madrid el 3 de agosto jugando en Toronto sin Kaká?.

Por cierto, resulta sorprendente que el propio técnico reconociese no haber visto la presentación del brasileño en directo. Una cosa es que conozca el fútbol español y otra bien distinta que no destile la ilusión propia del que se enfrenta al reto de su vida.

Básicamente, porque por muchos fichajes de 35, 65 o 95 millones que se hagan, por mucho que bendigamos la llegada a nuestra Liga del mejor jugador de la Liga francesa (Benzema), del mejor de la italiana (Kaká) o del mejor de la inglesa (Cristiano Ronaldo), el éxito del proyecto pivota en torno a la figura del entrenador. No es que haya hecho nada mal, pero ya ha tenido ocasión de saber que en los pasillos del Bernabéu pueden ocurrir situaciones inesperadas.

Allí fue donde conoció a Raúl. No fue una cita sino un encuentro casual en la zona enmoquetada del estadio. Pellegrini salía con Valdano de una reunión. El capitán acudía a saludar a un empleado de los que estaba contando los días que le quedaban para marcharse.

Raúl acababa de grabar en inglés un video para la candidatura de Madrid 2016. Valdano hizo las convenientes presentaciones, todo cordialidad y buenas palabras, y le preguntó: '¿Qué haces por aquí?'. Con toda la confianza que tiene con el director general, Raúl contestó con una sonrisa de oreja a oreja: 'He venido a revisar si son cómodos los banquillos'.

Habrá quien lo quiera leer con una gran carga de profundidad ante Pellegrini, pero Raúl es transparente, no tiene dobleces. Le motiva la competencia. No duda de que pueda ser suplente este año, pero se lo va a poner difícil al técnico en los entrenamientos. Allí, sobre el césped, es donde Raúl se gana el puesto y no en los despachos. Hay quien se atreve a culparle hasta de la no llegada de Villa, como si no hubiese existido nunca un acuerdo entre el agente del jugador y el Real Madrid por cinco años, a razón de 45 millones netos.

Sin duda, la llegada del francés Benzema resta al capitán cada vez mayores opciones. El fichaje de Villa era otra cosa porque respondía a todos los objetivos: salto de calidad, españolización, identificación. Benzema es un fichaje innecesario, un jugador que ha nacido nueve días después que Higuaín y que, jugando en la Liga francesa, ha marcado los mismos goles que el argentino sumando las tres competiciones. Ha costado cerca del triple y está por ver si es el nuevo Ronaldo o el nuevo Anelka.

El Pipita, por categoría y por echarse tantas veces al Madrid a sus espaldas, no merece ser un segundón de un jugador de su misma edad, que no es mejor goleador que él. Si había que apostar, seguramente Negredo era una opción más apetecible, suponiendo que la dirección deportiva sea capaz de colocar a Huntelaar y Van Nistelrooy. Esa es otra guerra.

 

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