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El Real Madrid vence 1-2 al Athletic Club 
y mete presión al Barcelona

Los blancos volvieron a sacar a relucir su poderío aéreo con Kroos a los mandos y Cristiano Ronaldo que asistió, de nuevo, a Casemiro, quien remachó a placer a un Kepa batido.

Los jugadores del Real Madrid celebrando el gol de Casemiro. EFE/Luis Tejido

EUROPA PRESS

El Real Madrid ha vencido al Athletic Club (1-2) en San Mamés en un encuentro más que disputado para llevarse su segunda victoria seguida en territorio vizcaíno y mandar la presión al FC Barcelona en su batalla particular por hacerse con el título de la regularidad, en el partido correspondiente a la vigésima octava jornada de LaLiga Santander.

Los de Zinédine Zidane, que salieron con línea de cuatro para sostener el empuje de los 'leones', sufrieron mucho durante todo el partido para salvaguardar tres puntos vitales en la carrera doméstica. Karim Benzema, 'torazo' en rodeo ajeno, se creció y cuajó una actuación excelsa al abrir la lata y dirigir la producción ofensiva merengue.

La segunda parte, en un partido caliente, dejó unos minutos magistrales del Athletic con un inabordable Iñaki Williams. El tanto del incombustible Aritz Aduriz igualó la contienda pero el poderío aéreo del Real Madrid, unido a la efectividad de Kroos en el balón parado y a dos asistencias de Cristiano Ronaldo -sustituido en el minuto 79-, mandó los tres puntos a Madrid con un remate a bocajarro de Casemiro, imperial durante todo el choque.

Arrancó el enfrentamiento con la habitual emoción y temperatura que rodea a uno de los clásicos del fútbol español. El conjunto de Ernesto Valverde, que sólo había caído en casa ante el FC Barcelona y llevaba 33 puntos de 42 posibles al calor de su público, salió, como casi siempre, con una marcha más que su rival y una línea muy adelantada con la presión en campo contrario. El técnico no pudo contar con Miken San José, un fijo en su engranaje, por acumulación de cartulinas amarillas y salió, por sorpresa, sin Iker Muniain de inicio.

Ese ímpetu se materializó en las primeras ocasiones para el cuadro vizcaíno, que dispuso de la más clara en el inicio del choque con un remate de Raúl García, que evitó el toque de Lekue, en mejor posición. El Real Madrid era una sombra de sí mismo pese a que Zidane planteara una línea de cuatro con Bale -volvía tras su sanción de dos partidos en LaLiga- escorado a la derecha, pero insuficiente para retener el empuje de los 'leones'.

Las réplicas del Real Madrid tardaron en llegar y el primer aviso serio fue del de siempre, Cristiano Ronaldo, que estaba en posición de fuera de juego al rematar la internada de Dani Carvajal. El conjunto de Zinédine Zidane comenzó a encontrar su sitio en el campo, pero tanto Kroos como Modric, de mejor salida de juego que Casemiro, se veían muy tapados en la sala de máquinas por la ocupación de espacios rojiblanca.

Ante tal escenario, los madrileños apostaron por el contragolpe letal y, en una de esas, después de que Ramos errara extrañamente un cabezazo frontal en una pelota parada, Benzema golpeó primero para igualar los goles de Amancio en Liga (119). Una salida fugaz a la contra lanzada por Cristiano Ronaldo acabó con el remate de Benzema, completamente libre de marca, para encarar el resto de los minutos con ventaja en el marcador tras una primera parte caliente en la que Raúl García se las tuvo con varios rivales y todo acabó con amarillas para Carvajal y Aduriz, protagonistas de un rifirrafe.

Idéntico inicio en el arranque de la segunda mitad con un Athletic más que presente en área rival y, entre Ramos y Keylor Navas, el Madrid se sostenía. Acciones sintomáticas del guardameta costarricense, que manifestó dudas en el último partido liguero ante el Real Betis, cuando no atrapó el cuero y lo introdujo en su propia meta, despertando la bronca del Santiago Bernabéu.

Gareth Bale intercambió su posición al carril zurdo para aportar profundidad y sacar partido de su envíos al área en una versión menos brillante y más generosa del internacional galés. Su colocación dejaba a Cristiano junto a Karim Benzema en la tarea ofensiva y el portugués, muy acertado en el discurso del juego, lo agradecía. Por su parte, al ser Kroos y Modric el centro de la diana en la presión rival, Casemiro se encontró más cómodo y el Madrid crecía.

Con la entrada de Muniain y la oportunidad de percutir por el flanco izquierdo, Zidane tomó una decisión controvertida al retirar al croata Luka Modric por Lucas Vázquez en un 4-4-2 todavía más definido. Le salió mal. Aritz Aduriz, minutos después de un paradón de Keylor Navas, aprovechó un pase de cabeza de Raúl García en el 1-1 tras una internada de Iñaki Williams, impresionante en la segunda parte.

CASEMIRO, PROTAGONISTA.

Poco le duró la alegría al conjunto vasco. El Real Madrid volvió a sacar a relucir su poderío aéreo con Kroos a los mandos y Cristiano Ronaldo asistió, de nuevo, a Casemiro, quien remachó a placer a un Kepa batido. El castigo pudo ser mayor en una jugada individual de Benzema, uno de los mejores del partido, pero Marcelo mandó su volea a las nubes.

Isco fue el elegido por Zidane para detener la sangría que suponía el dominio local y Cristiano, autor de dos asistencias, fue el damnificado para pasar de un 4-4-2 a un definido 4-2-3-1 con Benzema de única referencia, que dejó su sitio en los últimos minutos al español Álvaro Morata, salvador en varios compromisos de la presente temporada con goles decisivos. Intrascendente para la victoria madridista que pone a los madrileños con cinco puntos de margen sobre el Barça, que recibe este domingo al Valencia (20.45 horas).

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