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La reducción de Mou

El Madrid disminuyó en un 40% los pases del Barça respecto a los cinco clásicos de la temporada pasada

LADISLAO JAVIER MOÑINO

A los diez minutos de juego, Guardiola le ordenó a Valdés que no se complicara en un saque a balón parado tras un fuera de juego de Benzema. Le invitó a que jugara en largo y obviara a Abidal como primer receptor de una posible salida de balón en corto. Con muy poco tiempo jugado, el Madrid, con su presión adelantada, había inducido alBarça a varios errores en las entregas. Le generó dudas. Y a Guardiola se le instaló en el rostro ese rictus tenso que se le ponía de jugador cuando no le gustaba lo que sucedía en el campo.

Guardiola apreció que Mourinho había dado un paso al frente con respecto a sus conservadores planteamientos de la temporada pasada en el Bernabéu y decidió que sus jugadores no arriesgaran con la pelota. Todo un síntoma tratándose del equipo que mejor la cuida y más intenciones le da de área a área. Benzema y Özil iban a por los centrales o a por Valdés y los laterales eran cerrados para la primera recepción por Cristiano y Di María. El Barça no pudo jugar desde atrás y en el medio estaban Xabi Alonso y Khedira, y los centrales o los laterales, cuando hiciera falta, para cortocircuitar las circulaciones del Barça.

Guardiola tuvo que obligar a Valdés a jugar en largo para salir de la presión

Si Mourinho se envalentonó porque la alineación del Barça no le infundió respeto se verá mañana y en los sucesivos enfrentamientos que devengan a lo largo de la temporada. Lo cierto es que el domingo el Madrid ejecutó una propuesta valiente que redujo la producción futbolística del Barça. La comparativa con los clásicos de la temporada anterior es muy reveladora. En esos cinco duelos, el Barça promedió 807 pases. En el último disputado en el Bernabéu sólo pudo dar 498, casi un 40 % menos. 'Le hemos quitado el balón al Barça', presumió al término del partido Xabi Alonso, el jugador del Madrid que por cultura futbolística más acusó que su entrenador despreciara el balón en los clásicos pasados. También el que más lo sufrió. 'Ante un rondo del Barça sientes impotencia', llegó a confesar.

Las estadísticas dicen también que por primera vez el Madrid de Mourinho casi igualó la posesión con el Barça(52% por 48%), cuando la temporada pasada las diferencias eran sonrojantes. Los futbolistas blancos por fin rebasaron el umbral del 30% que les ridiculizaba y les anulaba cada vez que tenían enfrente al Barça. 'Es el camino a seguir', reveló Casillas cuando le preguntaron por elplanteamiento.

Una de las grandes rebeliones del vestuario del Madrid frente a la pizarra de Mourinho se gestó al término de partido de ida de las semifinales de la Championsdel curso pasado. Mientras Mourinho agitaba la sala de prensa con sus retadores porqués a la UEFA, sus jugadores cuestionaban su planteamiento en la caseta: '¿Para qué ha insistido en fichar a un nueve si ahora tiene tres y no ha utilizado a ninguno?' .

Mañana se verá si el paso al frente de Mou lo propició la alineación de Pep

Tras ganar la Copa y rendidos sin condiciones a la militarización impuesta por su técnico, los futbolistas esperaban que, ante ese partido que les podía abrir las puertas de la final de la Champions,su entrenador hubiera dado un paso al frente. El Barça llegaba tocado, pero Mourinhono se atrevió a plantear una propuesta como esta del primer envite de la Supercopa. Aquella noche, Cristiano, desesperado por su soledad, acabó levantando la mano pidiendo compañía en la presión. 'A mí no me gusta jugar así', se atrevió a decir después el portugués. Fue muy sintomático que hasta el jugador al que su entrenador concede más privilegios pusiera en solfa su libreto. Un dato caricaturizó aquel planteamiento de Mourinho: Valdés dio más pases que Özil. El domingo, la reducción a la que Mou sometió al Barça,obligó al meta a jugar en largo más de lo habitual.

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