MADRID.- La decisión de Reino Unido de abandonar la Unión Europea plantea varias dudas. ¿Qué pasará con las selecciones de estos países? ¿Ya no podrán participar en las competiciones de clubes o selecciones? ¿Y los jugadores? Pues bien la primera pasa por saber que aquellos clubes de estos países que actualmente participan en Europa así como la presencia de Inglaterra, las dos Irlandas, Gales o Escocia en futuros torneos europeos o mundiales está asegurada. Mientras que formen parte de UEFA participarían en las competiciones UEFA y FIFA con normalidad.

Porque esta salida de los 28 países de la Unión en nada va a afectar a corto plazo en ninguna de las dos. La explicación es bien sencilla. Actualmente, la UEFA la forman 55 asociaciones nacionales de las cuales hasta ahora 28, donde todavía a día de hoy continúa Reino Unido, son países que forman parte de la Unión Europea.

Es decir el resto de asociaciones nacionales de UEFA lo forman países como Turquía, Israel, Chipre, Kazajistán, Azerbayán, etc... que participan con normalidad en cualquiera de las dos competiciones, tanto la Liga de Campeones, la primera competición de clubes de UEFA, como la Liga Europa, la segunda categoría en el formato de clubes. Como viene sucediendo hasta ahora, los clubes de la Premier League, la Scottish League, la liga galesa lograrán su presencia en función de su posición en la competición nacional como viene sucediendo hasta ahora.

Podrán competir para Rusia 2018

Seguir siendo miembro de pleno derecho de la UEFA pese a separarse de la Unión implica también que en nada afecta a su presencia también en FIFA, máximo organismo internacional del que depende directamente la propia UEFA.

Y el ejemplo más inmediato lo tenemos en el Mundial de 2018 que se disputará en Rusia y cuya fase de clasificación arranca en septiembre de este año. Inglaterra, Escocia, Gales, Irlanda o Irlanda del Norte tendrán que lograr su clasificación como el resto de selecciones del mundo en dicha fase de clasificación.

Así por ejemplo Inglaterra y Escocia han quedado ubicados en el grupo F junto a Eslovaquia, Eslovenia, Lituania y Malta. Gales está en el grupo D junto a Austria, Serbia, República de Irlanda, Macedonia y Georgia. Irlanda del Norte está en el grupo C con Alemania, República Checa, Noruega, Azerbayán o San Marino.

El pacto de salida, clave en el tránsito de jugadores

Y tampoco tiene porqué afectar a los jugadores, ni a los ingleses, escoceses, galeses o norirlandeses que participan en las competiciones europeas fuera de las Islas como a cualquier jugador de la Unión que decidiera ir a la Premier League. En este caso, a diferencia de UEFA, sí será clave el pacto de salida que firme el Reino Unido con la Unión Europea en el momento que sellen definitivamente la salida del grupo de los 28. Algo que podrían retrasarse hasta dentro de dos años. Porque en ese pacto quedará regulada la circulación de ciudadanos y trabajadores entre los futuros 27 países europeos y Reino Unido.

Existen precedentes como Turquía, Rusia incluso Benín donde todos sus ciudadanos, y en este caso futbolistas, tienen la misma condición de comunitarios pese a no formar parte de la Unión. Podría llamarse como "Comunitarios B". Un ejemplo claro es Arda Turan, actual jugador del FC Barcelona y ex rojiblanco, que no ocupa plaza de extra comunitario en el equipo azulgrana pese a que Turquía no forma parte de la Unión. Lo hace en las mismas condiciones que cualquier otro jugador europeo.

Lo mismo sucedería en la futura relación laboral entre los jugadores de los países europeos que decidieran jugar en la Premier League. Si se firmara ese pacto de libre tránsito, todos los jugadores podrían seguir acudiendo a la prestigiosa competición inglesa en las mismas condiciones que actualmente. Nunca ocuparían condición de extra comunitario.

Solo una salida o acuerdo traumático entre las partes de ese acuerdo global de "abandono" podrían situarnos en un mapa más complejo. Es decir que llegaran a ocupar los jugadores de Reino Unido la condición de "Extra Comunitarios" y los jugadores de Europa tuvieran que adquirir permisos de residencia para poder jugar en las mismas condiciones que los jugadores del Reino Unido en la Premier League. Si bien es verdad que todavía es pronto, debemos siempre situarnos en el mejor de los escenarios. Esto supone que, pese a los vértigos propios del día, Gareth Bale seguiría jugando en el Real Madrid en las mismas condiciones que lo hace actualmente.

La depreciación de la libra, el gran problema

Pero el meollo de todo es cómo va afectar económicamente esta salida tanto a la propia competición inglesa y a todos los jugadores, entrenadores que forman parte de ella, especialmente a los que proceden del resto de Europa. Hasta ahora la Premier era el lugar codiciado dado los elevados sueldos que ofrece a los futbolistas y entrenadores. Más cuando este verano está previsto que entre en vigor el nuevo acuerdo audiovisual que aseguraba 9.000 millones de euros para todos los clubes ingleses en las próximas temporadas.

Pero esta salida puede modificar esta situación idílica porque vendrá condicionado por el valor que la libra tenga respecto al euro. Considerando, que sería lo más lógico, que la libra esterlina vaya perdiendo valor respecto a la moneda europea podría suponer que este "paraíso" que hasta ahora era la Premier, deje de serlo. Quizá a partir de entonces futbolistas o entrenadores podrían pensarse mejor la decisión de emigrar a las Islas.

Un ejemplo podría ser Nolito, jugador del Celta y que parecía cerrado su fichaje por el Manchester City de Pep Guardiola. Por cierto que esta depreciación ya puede afectar al multimillonario contrato firmado por Pep con el club inglés. Y quien podría sacar provecho de esta situación sería la Liga española, más cuando ha incrementado enormemente el patrimonio de los clubes gracias a los derechos audiovisuales. Esta temporada prevén ingresar 1.400 millones. Más cuando además los equipos españoles son los grandes dominadores de Europa en las competiciones de clubes.

Así pues esto no ha hecho nada más que empezar. A corto plazo no habrá grandes cambios, solo una salida traumática de la Unión podría dar pie a un terremoto. Y habrá que estar pendiente del poder de la libra una vez deje la Unión Europea.