A primera hora de la noche Rookie Ricky Rubio ya era TT mundial en Twitter. El partido ante el Washington Wizards había terminado hacía apenas unos minutos y sus números eran comentados en los cuatro puntos cardinales: 13 puntos, 14 asistencias y 6 rebotes. El chico de Masnou ha lavado con disolvente cualquier duda sobre su adaptación a la NBA. Ha superado ya su tope de pases de canasta que estaba en 13 y asoma la posibilidad de un triple doble a las dos semanas de su estreno con los Timberwolves. Por poner un pero a su partido de ayer, no estuvo demasiado acertado en el tiro: sólo anotó cinco de los 14 lanzamientos que hizo en la media hora que estuvo en pista.

Después de ocho partidos de temporada regular, Ricky promedia más asistencias que otros reputados bases como Steve Nash, Tony Parker, Cris Paul o José Manuel Calderón. Aprovechó el español uno de los partidos más sencillos que puede que se encuentre en este primer curso en la NBA. Los Wizards son una franquicia sin mucho que rascar este año, salvo derrotas.

No le vendrá mal esta victoria sencilla ante lo que el calendario le tiene preparado. Después de cruzarse hace unos días con Marc Gasol, ahora será Calderón el que compruebe cuerpo a cuerpo cómo se las gasta el compañero de selección en este sorprendente inicio de liga regular. Luego, el más difícil todavía. Derrick Rose, el MVP de la pasada temporada, será el siguiente en pasar revista a Ricky. A él seguro que no le asusta el reto. Al contrario, no verá la hora de que llegue.