“Nosotros mismos somos nuestros peores rivales”. El doble filo de la sentencia de Carlos Prieto evidencia la situación actual de la selección de balonmano. En el grupo se habla de Islandia (hoy, 14:15), y en especial de Jon Stefansson, pero, especialmente, se habla de ellos mismos. De un grupo que desconoce si ante la semifinal aparecerá la buena defensa de Corea o el equipo ramplón que apenas pudo ganar por un gol a Brasil.

“Lo que ha cambiado es que hemos ganado el partido que teníamos que ganar. Seguimos teniendo los mismos defectos y virtudes, pero ganando, todo parece diferente”, asegura Belaustegui. “Vencer a Islandia será complicado, pero seguro que ellos también tienen muchísimas dudas de si podrán hacerlo”, sentencia. No le falta razón. En los últimos tres meses, Islandia y España han completado su preparación para los Juegos con una ristra de partidos amistosos (hasta seis) que apenas cuentan ante el partido que discrimina entre el oro y la opción del chocolate. “Estamos familiarizados con su juego y podemos ganarles”, esgrime Iker Romero.

Para ello, el concurso de Alberto Entrerríos, con molestias durante todo el torneo, parece fundamental en la apuesta ganadora de Pastor. “Ahora es cuando empiezan nuestros verdaderos Juegos”, sentencia el seleccionador.

1. Un España-Islandia con muchos conocidos...

Son cinco años jugando en Ciudad Real, pero competir por tu patria es muy diferente que hacerlo por un club. El grado de profesionalidad en uno y otro país es muy similar.

2. Usted reconoce que vive muy bien en Ciudad Real, pero cuando se está fuera siempre se echa algo en falta.

De mi país sólo añoro un buen batido.

3. ¿Por qué no acepta preguntas que no sean estrictamente deportivas?

Es que las preguntas personales me rompen la concentración antes de un partido. No estoy de humor para ellas.

4. Con dos hermanos deportistas profesionales, un en fútbol y otro en baloncesto, ¿qué puede contar del deporte de su país?

Se enseña para llevar una vida sana y feliz, no para ganar medallas. Muchos niños empiezan a practicarlo en la escuela, pero cuando van cogiendo nivel se tienen que marchar al extranjero. No en los deportes de invierno, claro, pero sí en los demás. A mí me pasó. Me fui primero a Alemania y luego a España. Sucede en todas las especialidades deportivas.

5. Hoy se enfrenta a tres de sus compañeros de club: Hombrados, Davis y Alberto Entrerríos...

Yo les conozco bien a ellos y ellos me conocen bien a mí. Llevamos mucho tiempo jugando juntos. Cada uno conoce los defectos y las virtudes del otro. Pero no sólo son ellos. De hecho, casi todos los componentes de ambas selecciones nos conocemos. Es casi una obligación.