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Silva baila en Manchester

Balotelli y Dzeko marcan dos tantos cada uno. Agüero y Silva completan la goleada

LADISLAO JAVIER MOÑINO

En Manchester no baila cualquiera, aunque el estilo sea libre como dictaron los Happy Mondays, gurús del sonido de la ciudad. Tampoco baila cualquiera al United en Old Trafford. Silva lo hizo ayer. También con estilo libre, con esa pierna izquierda finísima que lideró un golpe de estado, otra revolución más en una ciudad adiestrada en revueltas históricas desde que Engels en plena Revolución Industrial escribiera desde allí La condición de la clase obrera en Inglaterra.

El City le endosó seis goles al United, una paliza histórica. La imagen de ese derrocamiento fue el caminar cabizbajo de Ferguson hacia el túnel de vestuarios. En ese andar mirando a la hierba puede que también se cayera la corona de un entrenador que durante más de 20 años ha sido el rey del engreimiento futbolístico de la ciudad. 'Fue el peor día de nuestra historia. Incluso como jugador, no creo que nunca perdiera por 1-6. No puedo creérmelo', señaló hundido Ferguson. Hacía 85 años que el United no recibía seis goles en Old Trafford, desde que el Huddersfield se impuso por 0-6 en 1930 y el Newcastle por 4-7 una semana después.

Silva puede que haya puesto la primera piedra de la caída de esa hegemonía del United y su técnico. Nada refleja el impacto estilístico del canario en Inglaterra como su partidazo de ayer. No hay un futbolista en la Premier que maneje los tiempos del juego como él. Puede hacer correr a su equipo como hizo en la contra del primer gol de Balotelli. O puede parar el tiempo en un baile en el área, sentar a dos defensas y esperar la incorporación de Milner para que este luego asista a Balotelli. O pasar el balón entre las piernas de De Gea en el 0-4 con la lógica del virtuoso pillo; donde hay un hueco, allí que va el balón.

Antes, cuando el Kun hizo el 0-3, afloró esa unión futbolística y musical sin las que no se pueden interpretar los pubs de la ciudad. Liam Gallagher, exvocalista de Oasis, y seguidor del City, tuvo un arranque ramoniano en su Twitter: 'Hey Ho Agüero'. Cuando terminó el partido, volvió a la carga. 'Cambio de bolas', tuiteó, ironizando con el set endosado al vecino.

Manchester, gris obrero, ya había madrugado la semana con el anuncio de la vuelta de Stone Roses, lo que ya urdía una semana revuelta en la urbe. Many, el bajista, siempre dijo que el grupo volvería a juntarse cuando su odiado City ganara la Champions. ¿Una premonición? Puede, después de lo visto ayer. Silva, que bailó al United no lo hizo en la Hacienda, la mítica sala desde donde también Stone Roses exportó una revolución sonora que mezclaba guitarras zeppelianas, con samplers y una voz mesiánica. Rock bailable, se decía. Fútbol bailable, que interpretó ayer Silva en Old Trafford.

Por otra parte, el Chelsea cayó ante el Queens Park Rangers (1-0) y terminó con nueve por las expulsiones de Bosingwa y Drogba. Mata se retiró con molestias en el minuto 47.

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