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Suicidio colectivo

España desperdicia una ventaja de 18 puntos ante una Lituania que rememoró a ráfagas su baloncesto ilusionante. Los de Scariolo se juegan la tercera plaza con Líbano y Nueva Zelanda

MIGUEL ALBA

Existe una España que llama a la ilusión. Que parece sentirse con fuerzas (y ganas) de defender su título mundial. Existe otra, sin embargo, que se empeña en invitar a las dudas. Que se mete en problemas por conceptos tan elementales como un mal bote o un pase imposible entre Kleiza, Pocius y Kalnietis, cuando la solución para evitar la segunda derrota era tan clara como desgarradora: el triple de Navarro. El premio, que hubiera forzado la prórroga en caso de acierto, apareció en la pizarra durante el tiempo muerto.

En la realidad, el pase de Raúl López se lo quedó Kleiza para sacar los colores a España. En tres partidos, los de Scariolo suman las mismas victorias que Nueva Zelanda y Líbano, los dos rivales con los que la selección librará la clasificación para la fase final en Estambul. Tras el suicidio ante Lituania, España sólo puede salir tercera de Izmir, sinónimo de un cruce de cuartos de final con Estados Unidos. Viajar a Estambul cuarta significaría el caos, otra nueva derrota ante el Líbano o Canadá, un presumible partido ante Turquía, el exaltado anfitrión, en octavos.

Kleiza lideró el parcial de 3-20 ante una España en medio del caos

España vive en el abismo de su identidad por el fallo de situaciones que tiene solución a base de echarle horas. Como el acierto en los tiros libres en momentos decisivos. Marc Gasol amargó su buena tarde con dos errores (71-73) a falta de 38 segundos. El mayor problema, sin embargo, es la actitud. Esas lagunas de intensidad que fundieron a España al negro cuando exportaba naturalidad (61-43, min. 26) Hasta entonces, su baloncesto era un puzle con más piezas en su sitio. Cada vez con más hechuras. Más personal, con cada jugador sintiéndose más cercano a su definición. Como Rudy. Por momentos volvió a tomarse esto del baloncesto como un baile. Con pajarita y zapatos de claqué hubiera pasado por Fred Astaire. Su juego de pies (y su mente) ha vuelto a recuperar esa velocidad socarrona fabricada para el show. Montó un alley up con Ricky (45-35, min. 21) después de ir sumándole pillería y puntos (13) al sacrificio (9 rebotes)

Menos bailarín apareció Marc para hacerse notar. Para demostrar que es el cinco que necesita España si quiere tener éxito en Estambul. Ante Javtokas, se sintió poderoso. Amedrentó en defensa, sacó el culo en ataque para anotar, ganó todos los choques cuando subió al poste. Le ha costado tres partidos en Turquía sentirse importante. Un estado de ánimo que España no puede echar a perder. Porque los de Scariolo necesitaban lanzar un aviso para que también cuenten con ellos entre el revuelto gallinero del Mundial.

Un golpe de efecto, como el de Brasil ante el Dream Team, que acabó con un pernicioso efecto bumerán. Los triples de Garbajosa se ofuscaron con el aro, Rudy perdió el paso y Marc volvió al estado de desánimo de las dos primeras jornadas. Las rotaciones no arrojaron ninguna solución y España se desvertebrava cuando Kleiza se asoció con Maciulis, Kalnietis y Pocius para entrar la puja por el liderato de grupo con Francia.

El mal pase final de Raúl López retrata las carencias de La Roja

El parcial lituano de 3-20 (64-63, min. 34), en medio del despropósito español, obligaba a los de Scariolo a mostrar el carácter. El italiano devolvió a la pista a Marc Gasol en un intento desesperado por armar un líder que frenase, con el cinismo que reclamaba el día anterior, en defensa la cómoda anotación lituana.

Pero España no sabe a día de hoy devolver los golpes. Se desengancha de los partidos como si su misión fuera repartir solidaridad. Francia aprovechó el donativo en el debut. Esta vez le tocó a Lituania.

73 - España (22+21+21+9): Rudy (13), Ricky Rubio (3), Navarro (18), Garbajosa (11) y Gasol (18) -equipo inicial-, Reyes, Raúl (3), Vázquez (0), Llull (3), Mumbrú (4) y San Emeterio.

76 - Lituania (11+24+18+23): Kalnietis (12), Gecevicius (2), Jasaitis (5), Kleiza (17) y Javtokas (4) -equipo inicial-, Seibutis, Maciulis (13), Pocius (13), Delininkaitis (4), Klimavicius, Jankunas (3) y Andriuskevicius (3).

Árbitros: Luigi Lamonica (ITA), Antony Jordan (USA) y Milivoje Jovcic (SRB).

Incidencias: Partido correspondiente a la tercera jornada del grupo D, con sede en Esmirna, del Mundial de baloncesto que se está disputando en Turquía y que concentró en el pabellón Halkapinar a 7.200 espectadores.

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