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El trámite le sale caro al Barça

El Barça, pese a ser muy superior al Athletic, no pasa del empate en San Mamés y pierde el liderato

ENRIQUE MARÍN

Dicen que el elogio debilita y tal vez por ello Caparrós agotó las asistencias de piropos para intentar ablandar al Barça. Eso sí, cuando al técnico del Athletic le tocó responder a la pregunta de cómo pensaba ganarle, sólo se le ocurrió decir aquello de 'nosotros hacer todo bien, tener algo de suerte y que ellos no tengan su noche'. Así, con acento arapahoe y unas intenciones tan primarias como los taparrabos. Según Caparrós, los técnicos son más gestores de recursos humanos que estrategas, de ahí que lo que el técnico utrerano más valore de Guardiola sea la serenidad, la unidad, la fe y el empuje en la misma dirección que ha inculcado a su equipo. Como si el fútbol del Barça no tuviera una explicación táctica y los méritos de Pep se redujeran a animar a sus muchachos.

Nada de pensar en el Inter o en el Madrid. Lo primero era lo primero. Ganar en San Mamés para mantener el liderato en vísperas del clásico. Pero mientras el Barça se presentó en San Mamés dispuesto a resolver el trámite lo antes posible, a veces incluso hasta precipitadamente a la hora de finalizar, lo del Athletic fue una renuncia en toda regla. Con el balón teñido de azulgrana, el dominio del Barça fue insultante y sus llegadas al área de Iraizoz, una amenaza latente. Hace tiempo que el Athletic asimiló el papel que le corresponde en la Liga. Lejos quedan los años en los que los rojiblancos se medían de tú a tú con los grandes. Si a esto se le unen los complejos de un entrenador como Caparrós, el resultado es lo que se vio anoche en San Mamés. Un equipo con el balón y otro corriendo detrás de él, empatados en el marcador, pero en las antípodas

Caparrós ordenó presionar la salida de Piqué, quizás porque desconoce que Chygrynskiy tiene igual o mejor salida de balón. El ucraniano, cuya titularidad en Bilbao era lógica pues no puede jugar la Liga de Campeones, aprovechó para ganar confianza con el balón, pero sigue ofreciendo dudas en labores defensivas. El resto del planteamiento del Athletic fue frustrante para sus futbolistas pues no consistió en otra cosa que apretar los dientes y perseguir sombras.

Sin Ibrahimovic, Guardiola le confío la punta a Messi, donde el argentino siempre sorprende, y volvió a darle minutos a Pedro. Uno y otro estuvieron cerca del gol nada más arrancar el partido, pero en ambas ocasiones Iraizoz reivindicó su importancia. Después de comerse literalmente la bota de Amorebieta, que al despejar un balón mantuvo la pierna en alto y le dejó los tacos marcados, Messi fabricó una jugada que mereció terminar en gol.

Con el cero a cero como único objetivo, el Athletic pudo sacar petróleo en la última jugada del primer tiempo, cuando a Javi Martínez se le escapó un remate de cabeza. Para el Barça hubiera sido un golpe, pues no es fácil verte por debajo en el marcador cuando se ha sido tan superior.

El gol de Alves aminoró las revoluciones del Barça y obligó a Caparrós a mover banquillo. Sacó a Toquero y la suerte a la que apeló apareció para regalarle el empate al Athletic y nivelar las posibilidades. Messi se retiró por precaución y ni la irrupción en el partido de Bojan y Henry sirvieron para ganar en San Mamés y mantener el liderato.

Athletic (1): Iraizoz; Iraola, Ustaritz, Amorebieta, Koikili; Gurpegui, Orbaiz (Toquero, m. 56), Javi Martínez, Yeste (Gabilondo, m. 73); Susaeta y Fernando Llorente (De Marcos, m. 77).

Barcelona (1): Valdés; Alves, Piqué, Chygrynskiy, Maxwell; Xavi (Henry, m. 84), Busquets, Keita; Pedro, Messi (Bojan, m. 76) e Iniesta.

Goles: 0-1. M. 54. Alves, a pase de Xavi, cruza con la derecha ante la salida de Iraizoz. 1-1. M. 63. Toquero aprovecha una prolongación con la cabeza de Llorente, que le gana la acción a Chygrynskiy, para batir a Valdés.

Árbitro: Teixeira. Mostró amarilla a Keita y Javi Martínez.

San Mamés: 38.000 espectadores.

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