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Otro tropiezo, otra excusa

Mourinho culpa al árbitro de permitir tretas al Racing

L. J. MOÑINO

'Hemos tenido el control en el segundo tiempo, en el primero no, pero no hemos creado ocasiones. Es mérito del adversario porque ha jugado defensivamente, pero no hemos tenido la dinámica suficiente. El partido se ha roto con faltas, con las simulaciones del Racing y con las entradas del carrito de los lesionados y todo lo que les han permitido hacer'. Aunque reconoció los defectos de su equipo, Mourinho volvió a tener una excusa para justificar el segundo tropiezo de su equipo en tres días.

Su intento de transmitir concentración a sus jugadores en los minutos previos al partido sólo le dio un empate. El técnico contempló el calentamiento desde el centro del campo. Un gesto inusual en él. 'No hemos estado a tope ni individual ni colectivamente.Lo hemos intentado, pero en los últimos tres partidos sólo hemos marcado un gol', analizóMourinho, que recibió la visita de Florentino Pérez en el vestuario al término del partido.

Pardeza, director deportivo blanco, profundizó más en esos errores ofensivos del equipo: 'Un punto en dos partidos no está dentro de nuestros objetivos, el equipo lo ha intentado, pero nos ha costado encontrar espacios y precisión en los últimos metros y eso se ha traducido en falta de ocasiones de gol'.

Di María, con su teatro ante el Levante, contravino a Mourinho, al que no le gustan las simulaciones

Iker Casillas, como capitán, lanzó un mensaje realista: 'Cuando llevas dos partidos sin ganar fuera de casa, con dos rivales que, con todos los respetos, no van a competir con nosotros, es preocupante. La imagen que hemos dado en Valencia y ante el Racing no está a la altura del Madrid'.

En la alineación del Madrid sorprendió la ausencia de Ramos y de Di María. Tampoco mantuvo la titularidad Kaká con respecto al partido del Levante. Con las sorprendentes bajas de Coentrao y Pepe por lesión, Mourinho cambió medio equipo respecto al que se midió al Levante. Ramos fue relegado sólo dos días después de que, por segunda vez, contradijera la política de protestas a los árbitros a la que insta su técnico. Cuando finalizó el duelo en el Ciutat de Valencia, Ramos declaró: 'La expulsión de Khedira no es excusa y no hay que centrase en un solo compañero'. Ramos no culpó al medio alemán, como sí hizo Mourinho el martes, pese a que el propio técnico, según desveló El País, había dado órdenes a sus jugadores para que defendieran al compañero que se viera involucrado en una tangana. Tres días antes, en Zagreb, el técnico llamó al vestuario para ordenar a sus jugadores que criticaran la actuación arbitral. Ramos tampoco se sumó a esa petición.

Di María, con su teatro ante el Levante, contravino a Mourinho, al que no le gustan las simulaciones.

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