El técnico de la selección española, Valero Rivera, evidenció ayer su 'absoluta felicidad' por la victoria en la final del Mundial, tras vencer a Dinamarca (35-19) en un partido del que, dijo, se 'hablará durante muchísimos años'.

Antes de detallar sus sensaciones acerca de la victoria, Rivera criticó, sin embargo, la ausencia del técnico danés, Ulrik Wilbek, en la conferencia de prensa posterior al choque. 'Quiero felicitar al equipo danés por el torneo que ha hecho, por cómo ha jugado. Pero me decepciona mucho que la primera vez de cuatro que ellos pierden, su entrenador no esté aquí. Nosotros siempre hemos estado. Es indigno del considerado mejor entrenador del año', afirmó el técnico español.

Sobre el encuentro, Rivera destacó que 'la gente hablará durante muchísimos años de este partido. Que esto suceda en la final del Mundial ante un equipo como Dinamarca, sobre todo hay que felicitar a los jugadores, a todos'. 'No me gustaría y sería injusto -prosiguió- que habláramos de demérito de Dinamarca. Ayer eran favoritos en las apuestas y meten goles con una facilidad que asombra'.

El técnico reconoció sentirse 'absolutamente feliz, porque es más que un sueño y es imposible que una película acabe mejor'. 'Mi agradecimiento absoluto a los jugadores, a todos, a los que sufrimos la derrota contra Francia en los Juegos, a los lesionados, a Raúl [Entrerríos] y Ugalde, a todos ellos, su trabajo y su compromiso', añadió. Acompañado del capitán Alberto Entrerríos, que dejará la selección española tras esta final, el técnico se rindió a él: 'Me equivoqué no llevándole a la Olimpiada, lo dije siempre, le agradezco que haya querido volver y es lo que se merece, dejar la selección como campeón del mundo. Le felicito por su carrera y su valor humano'.

También destacó el papel del público de Madrid y Zaragoza, sin los que, ha dicho, el equipo 'no hubiera llegado' a Barcelona, así como al de la Ciudad Condal por la 'inmensa fortuna de un partido que no habrá otro igual entre dos selecciones grandes, con un marcador absolutamente anormal'. 'Solo puedo pensar que soy un ser extraordinariamente afortunado. Le doy las gracias a los que han ayudado al equipo y me han dado fuerzas cuando he tenido que aguantar alguna tontería que otra', aseveró el seleccionador español tras admitir que esta semana ha sido 'la más dura' de su vida 'por la presión' que ha sentido, lo que convierte este desenlace en un momento 'demasiado bonito para ser irreal'.

Rivera felicitó asimismo, a Croacia y Eslovenia, porque 'el balonmano que han hecho tanto uno como otro ha sido de muchísimo mérito. Disfrutar de este momento en Barcelona y con la familia es lo mejor de todo esto'. Y no quiso tampoco restar méritos a su rival: 'Ayer todos decían que eran maravillosos y ahora todos son malos, tampoco es eso. La defensa en la primera parte ha sido escandalosamente buena. Lo que ha hecho el equipo hoy es de un mérito incalculable. No han dejado jugar a jugadores extraordinariamente buenos'.

Por último, no quiso hablar sobre su futuro al frente del equipo. 'Es un momento de máxima celebración para el balonmano español. Hoy se ha conseguido un éxito tremendo, porque no siempre el que organiza gana y además como la hecho el equipo', concluyó.