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Villa comparte al fin trono con Raúl

Asturiano y madrileño, máximos artilleros de La Roja

A. L. MENÉNDEZ / AGENCIAS

El 19 de junio de 2006, Raúl, entonces delantero del Real Madrid, asistió desde el banquillo al comienzo del partido ante Túnez durante la fase de grupos del Mundial de Alemania. El 7 apareció tras el descanso y en el minuto 70 firmó el empate (1-1) que abrió el camino de la remontada (3-1). Fue su gol 44 en su partido 97 con la selección. Aún se enfundaría la roja cinco veces más, pero no volvió a marcar. El récord histórico anotador con España fue sólo suyo durante 1.576 días. Hasta ayer.

A las 21.44, hora española, Villa se quitó un peso de encima. Quienes lo conocen bien aseguran que no le obsesionaba alcanzar una meta que rondaba desde hace un mes, cuando rubricó el tanto número 43 ante Liechtenstein. Necesitaba, eso sí, despresurizar el ambiente asfixiante que le perseguía desde entonces cada vez que recibía la llamada de Vicente del Bosque.

Por eso, cuando Whittaker levantó aparatosamente el brazo dentro del área escocesa y despejó el balonazo de Ramos, el Guaje no dudó. Sus compañeros tampoco. El penalti era todo suyo.

Villa buscó en la fría noche escocesa aire con el que llenar los pulmones y acompasar su acelerado ritmo cardíaco. Colocó el balón, miró al frente y ajustó el tiro al palo izquierdo. El portero intuyó la dirección e incluso tocó la pelota, pero fue insuficiente para inmiscuirse en la historia del balompié español. Villa igualó, por fin, el récord de Raúl. Y ha empleado 33 partidos menos para lograrlo.

Tras marcar, el asturiano miró al cielo, sonrió tímidamente, se santiguó y señaló con el dedo índice hacia el fondo de esa portería, dedicándoselo al alguien especial. Sin embargo, todavía queda el paso definitivo. El gol 45 que le lleve a la cima en solitario. Lo intentó, sin el ansia de otras veces, pero no llegó. Y lo tuvo en el suspiro final, cuando Piqué le regaló un pase bombeado que le situó mano a mano con el guardameta, pero Villa estrelló el esférico contra McGregor. 'Un defensa me ha enganchado por detrás cuando iba a tirar, pero que pitara penalti en el último minuto era excesivo', explicó el atacante del Barça.

Fiel a su discurso, Villa lanzó un aviso: 'El gol 45 no es un objetivo'. Para los que le quieran entender.

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