No ha llegado septiembre y el Villarreal ya se está jugando la temporada. El bombo les dio para la previa de Liga de Campeones algo que parecía un trámite, pero la burocracia se ha mostrado más complicada de lo que se creía.

Los amarillos juegan contra los en teoría inofensivos daneses del Odense, pero la derrota en la ida obliga a los españoles a esmerarse. No ganar supondría quedarse sin la gran competición europea, con las consecuencias deportivas y económicas que eso conlleva. La estadística no ayuda: el Villarreal no ha logrado pasar en Europa las dos veces que trajo un 1-0 de la ida.

No ganar supondría quedarse sin la gran competición europea

Garrido, que tendrá disponibles a todos sus jugadores menos a Ángel, lesionado, apela a la lógica futbolística. 'De lo que nos debemos preocupar es de hacer nuestro fútbol. Ha pasado una semana desde el partido de ida y somos más competitivos', dijo dando por hecho que si el Villarreal está a su nivel pasará a la fase de grupos de la Champions. Además ve con extrañeza la derrota de la semana pasada: 'Tenemos confianza porque se demostró que tenemos ocasiones. Cuando tienes 4 o 5 ocasiones claras de gol, al final ganas el partido'

'Este partido genera una gran expectación, porque tenemos a toda a España pendiente de nosotros. Hay en juego algo muy importante y eso motiva mucho a los jugadores. Nos jugamos entrar en la competición más atractiva en estos momentos. Es un partido muy especial para todos', comentó Garrido.

El Odense recupera a su lateral izquierdo, Mendy, y tiene con molestas a su estrella, el delantero Utaka. Arbitra el escocés Hompson.