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El Zaragoza, colista

Empata a cero con el Hércules

MANOLO MUÑOZ

La noche comenzó triste con el recuerdo a José Antonio Labordeta y terminó de la misma forma para los locales tras otra decepción en La Romareda. Podría decirse que el fútbol fue ayer injusto con el Zaragoza, que la fortuna le dio la espalda. Pero no es menos cierto que hay una razón más profunda por la que el Zaragoza es colista y no ha marcado en tres de las cuatro jornadas disputadas.

La incapacidad de los locales para definir vino acompañada por la ansiedad causada por los malos resultados anteriores. A ello se sumaron la actuación de Calatayud quien salvó al Hércules de la derrota más de una vez y los postes, esquivos con los blanquiazules en dos claras ocasiones. También es cierto que el Hércules dispuso de pocas pero claras oportunidades para llevarse el partido. Tote y, sobre todo, Trezeguet, no atinaron cuando la fatalidad amenazaba con adueñarse de La Romareda. No es la primera vez que el delantero francés no culmina una clara ocasión desde su llegada a Alicante.

El Hércules fue una sombra del equipo que ganó en el Camp Nou. Sólo Drenthe, referente ofensivo desde la banda izquierda, y el portero Calatayud dejaron huella en la noche de ayer.

Gay lamentó tras la derrota en Santander falta de intensidad. Sus pupilos captaron el mensaje pero no fue suficiente para conseguir la victoria.

El Zaragoza mejoró en espíritu, pero la motivación se convirtió en ansiedad y nerviosismo. Una entrada a destiempo de Ander y un codazo de Diogo no apreciado por el colegiado Iglesias pudieron empeorar la situación para los locales.

Los maños insistieron pero, más que con el Hércules, se toparon con su propia incapacidad para desequilibrar el encuentro.

Y para culminar la noche, Marco Pérez desaprovechó dos ocasiones de oro cuando parecía que la fortuna podía sonreír, por fin, al Zaragoza. Los aragoneses ya son colistas y la situación se puede tornar insostenible.

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