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El Banco de España lo ve negro sobre negro

Su gobernador aboga por la cooperación y coordinación entre autoridades nacionales

PÚBLICO.ES / EFE

El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ha insistido en que el panorama económico es francamente mejorable.

El gobernador ha reiterado que uno de los retos 'clave' para el bienestar de los ciudadanos europeos es la flexibilidad de los mercados de productos y trabajo, así como la competitividad y la productividad.

Para Fernández Ordóñez, el impacto 'dispar' de la crisis en las distintas economías no puede resolverlo el Banco Central Europeo (BCE), sino que deben ser los gobiernos nacionales los que adopten las reformas estructurales necesarias.

En cualquier caso, insistió en que ahora la cooperación y coordinación entre autoridades nacionales, particularmente en Europa y en la UEM, es 'más necesaria que nunca'.

De hecho, reiteró, las respuestas basadas en la adopción de medidas diseñadas desde enfoques 'eminentemente nacionales' están 'destinadas al fracaso'.

Aunque los retos son 'de primera magnitud' y las incertidumbres 'muchas' por la presencia de poderosas 'tendencias recesivas', Fernández Ordóñez mostró un 'razonable grado de optimismo' sobre la capacidad de las autoridades para hacerles frente.

A los países con 'tendencias más inflacionistas', el gobernador les recomendó que hagan las reformas estructurales necesarias, así como que cambien sus instituciones laborales y el mercado de alquiler, mientras que a los países 'menos dinámicos' les aconsejó que lleven a cabo una mayor privatización, un mayor desarrollo de la competencia, y que el sector privado tenga más peso en la economía.

A los agentes sociales y a las autoridades económicas les corresponde ser 'plenamente conscientes' de las reglas del juego de una Unión Monetaria, agregó.

En relación a la moneda única, el gobernador del Banco de España consideró 'evidente' su contribución hoy día a la reducción de la incertidumbre en los agentes económicos y a la estabilidad.

'Cualquiera puede darse cuenta de la magnitud y seriedad de los problemas financieros a los que se hubieran enfrentado estos países (los de la UEM) si, en esta coyuntura, cada uno hubiera conservado su moneda', destacó.

No obstante, sí advirtió de que para que el euro se consolide 'aún más' hay 'muchas tareas importantes por hacer', como cuidar la política fiscal y, reiteró, acometer las políticas estructurales necesarias.

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