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La mitad de las grandes empresas aún gana más

El beneficio de las compañías bajó en 2008 por primera vez en seis años. Ganaron 46.488 millones, un 3,2% menos. Sólo cuatro de las grandes cotizadas registraron pérdidas

V. ZAFRA / P. GONZÁLEZ

La crisis económica y financiera mundial se está llevando por medio a miles de pequeñas y medianas empresas españolas. Las más grandes, sin embargo, siguen aguantando razonablemente y con grandes beneficios, aunque sin brillar tanto como en los años precedentes.

Las compañías que integran el Ibex 35 (sin Criteria, que presenta sus datos el próximo lunes) ganaron en conjunto 46.488 millones el año pasado, un 3,2% menos que en 2007. Es su primer descenso desde la crisis anterior, la del año 2002, en la que los beneficios cayeron a la mitad. Aun así, la mitad de las empresas del índice bursátil lograron aumentar sus beneficios, en un entorno tan complicado como el actual.

Si se analizan los ingresos, queda más patente todavía que las grandes cotizadas están sorteando la crisis más que dignamente. Su facturación creció un 12,2% el año pasado, hasta 361.000 millones. A ello ayudó el negocio que las compañías españolas tienen en el extranjero. La política de expansión geográfica que han aplicado en los últimos años las está salvando en estos primeros momentos de la crisis, especialmente a las que tienen presencia en Latinoamérica, una zona que ha conseguido hasta ahora mantenerse casi al margen de la recesión.

El crecimiento de la facturación no se trasladó a los beneficios porque, en general, las compañías optaron por la prudencia para prepararse para 2009, en el que verdaderamente se verán los efectos de la crisis. Esta estrategia conservadora la aplicaron especialmente los bancos, que llenaron sus huchas (provisiones) para hacer frente a la avalancha de morosidad que se les viene encima.

En este comportamiento previsor, también destaca la reducción de la deuda que acometieron las grandes compañías. En conjunto, deben ahora 8.000 millones menos que hace un año (216.270 millones). Las empresas, especialmente las constructoras, se vieron obligadas a reducir su elevado endeudamiento ante el encarecimiento que les supuso la subida de los tipos de interés y la exigencia de los bancos de que entregaran nuevas garantías.

En las cuentas de 2008, destaca especialmente la evolución de las plantillas y de los costes laborales. Frente a la fuerte caída del empleo en España, las grandes compañías aumentaron un 9,2% el número de trabajadores en nómina. No obstante, buena parte de ese incremento se debió a las adquisiciones que realizaron Santander e Iberdrola Renovables. El incremento de plantilla fue acompañado por una subida de sólo el 4,59% en los costes laborales, lo que significa que las empresas gastaron menos en cada empleado. Además, su productividad aumentó ligeramente porque los ingresos aumentaron más que el número de trabajadores.

Por sectores, el energético fue el que mejor se comportó el año pasado, sobre todo las eléctricas, que siguen disfrutando de tarifas fijadas por el Gobierno. No fue tan positiva la evolución de los bancos, que redujeron ligeramente sus ganancias, ni, por supuesto, la de las constructuras, que vieron cómo se desplomaban sus ganancias, después de que Ferrovial y Sacyr entraran en pérdidas. Sólo otras dos compañías del Ibex (Cintra y Acerinox) presentaron números rojos.

Para este año, las cosas se presentan mucho peores. La mayoría de los grandes empresarios aseguran que se darían con un canto en los dientes si consiguieran repetir los beneficios de 2008. Pero reconocen que no parece un escenario probable ante la recesión mundial que se presenta.

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