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El Gobierno pondrá un tope para los 400 euros

A partir del próximo año, la deducción en el IRPF sólo se la aplicarán las rentas bajas

A. ESTRADA / P. GONZÁLEZ

La necesidad de ajustar el Presupuesto del Estado para 2010 con el fin de contener el déficit público (que en el presente año, según el Banco de España, se puede disparar hasta el 8,3% del PIB) llevará al Gobierno a revisar muchas de las actuaciones que se han puesto en marcha en los últimos meses. Empezando por la primera y más polémica medida de los planes anticrisis, la desgravación de hasta 400 euros en el Impuesto sobre la Renta, que ahora cumple un año.

Lo que el Gobierno planea es poner algún tipo de tope para limitar su aplicación. Se mantendrá el beneficio fiscal, pero quedaría circunscrito a las rentas bajas, según las fuentes consultadas por Público.

Es, de alguna manera, una solución similar a la que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció en el pasado debate sobre el estado de la nación para la desgravación por compra de vivienda habitual (aunque, en este otro supuesto, su modificación no entraría en vigor hasta el año 2011). La medida consiste en que a partir de un determinado nivel de renta no se aplica la deducción. En el caso de la adquisición de vivienda, el planteamiento inicial era dejarla sólo para rentas inferiores a los 24.000 euros. Es un límite que los grupos parlamentarios han considerado bastante bajo, por lo que previsiblemente el Gobierno, para poder sacar adelante la medida, acabará aceptando una cantidad superior, que algunas fuentes apuntan que podría llegar hasta los 30.000 euros.

El límite que se determine para poder beneficiarse de la deducción por vivienda será con toda probabilidad el mismo que se marcará para poder aplicarse los 400 euros, con el propósito de mantener la coherencia técnica entre ambos beneficios fiscales.

La limitación de la deducción de 400 euros para las rentas medias y altas supondría un apreciable alivio para las arcas del Estado: unos 2.000 millones más de ingresos, en un momento en el que la crisis está golpeando con dureza la recaudación impositiva.

La deducción de los 400 euros va camino de tener un coste para Hacienda apreciablemente superior a los 6.000 millones de euros estimados inicialmente (una cantidad muy superior, por ejemplo, a lo que supondrá este ejercicio la deducción por vivienda, que son 4.268 millones).

En 2008, el impacto de la medida en los ingresos fiscales fue de 4.000 millones (3.790 millones en las retenciones de los asalariados y de los pensionistas, y 310 millones en las de los autónomos). Y en lo que va de año, ya supone otros 2.000 millones (1.750 millones para los asalariados y 250 para los autónomos). Todavía falta por conocer su coste en las nóminas de mayo y junio, y cuál será su efecto en la declaración del IRPF correspondiente a 2008, que los contribuyentes están presentando ahora.

El Gobierno considera que la coyuntura actual da suficientes argumentos para poner límites a la que se ha venido considerando la medida estrella anticrisis. La deducción de 400 euros en el IRPF se diseñó para aliviar los bolsillos de los contribuyentes en un contexto de subida de las hipotecas y de la inflación, y cuando las cuentas públicas marcaban un holgado superávit. Ahora, la situación es bien distinta, con el Euríbor situado en sus mínimos históricos, el IPC marcando tasas negativas y la recaudación fiscal exangüe.

También se dijo en su momento que la nueva deducción tenía cierta vocación de permanencia. Por eso, ahora se entiende que es más defendible que el beneficio fiscal se mantenga pero sólo para las rentas bajas, que son las que están acusando con más intensidad la dureza de la crisis.

La modificación de la deducción de 400 euros en el IRPFse recogerá, previsiblemente, en los Presupuestos Generales del Estado para 2010. No se descarta que el Gobierno introduzca otros cambios fiscales, que ahora mismo se están estudiando en la Oficina Económica de La Moncloa y en el Ministerio de Economía y Hacienda.

La desaparición de los 400 euros para las rentas medias y altas se notará, por tanto, en las nóminas que se perciban a partir de enero del próximo año. La mecánica por la que se aplica la deducción se viene traduciendo ahora en un recorte de hasta unos 33 euros en las retenciones a cuenta mensuales del IRPF, que desaparecerá para estos contribuyentes.

La técnica fiscal, además, hace que algunas rentas, sobre todo las más bajas, no puedan aplicarse íntegramente la deducción de 400 euros. Hay que tener en cuenta que muchos contribuyentes apuran ya con otras desgravaciones, como la de compra de vivienda, el margen total de su impuesto para aplicar beneficios fiscales, de forma que apenas se pueden aplicar otras nuevas. Ese margen es, obviamente, más estrecho en las personas con menores ingresos.

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