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Unicaja y Caja Jaén abren la puerta a la gran caja andaluza

Se fusionan la mayor y la menor entidad de la región como paso previo a la unión con Cajasur

FERNANDO VICENTE

Un elefante con una pulga. Así será la fusión que inaugurará el proceso de integración de cajas en Andalucía y que tiene como objetivo último crear una gran caja única en la región. Es el gran sueño del Ejecutivo regional desde hace años y, de momento, se inicia con el matrimonio de Unicaja (la más grande de la comunidad) con Caja de Jaén (la más pequeña y la penúltima de España).

Pero sólo es un paso previo a lo importante que vendrá más adelante. En el primer párrafo de la comunicación conjunta que este lunes hicieron a la CNMV para anunciar su acuerdo, ambas entidades manifestaron que “esta propuesta” queda “abierta a la inmediata incorporación de otra(s) caja(s) que así lo deseara(n)”. Una redacción que provocó la también inmediata carcajada de uno de los vicepresidentes de Cajasur, la entidad cordobesa a la que todas las miradas se dirigen cuando se habla de fusiones en Andalucía.

Y es que en términos cuantitativos, la fusión de la mayor caja andaluza con la más pequeña de todas no es relevante. La importancia del anuncio realizado ayer es que, en palabras de alguien que ha participado en las negociaciones, “se abre el proceso que habrá de llevar a la verdadera fusión, la de Cajasur. Empieza el juego”.

Sin embargo, fuentes de la alta dirección de la entidad cordobesa aseguran que hasta ahora “sólo ha habido tanteos, no negociaciones formales”. Coinciden con lo que manifiestan a Público fuentes del propio Consejo de la entidad, que está controlada por la Iglesia a través del Obispado de Córdoba: “En el Consejo se ha hablado de fusiones extraoficialmente, pero el asunto no ha figurado en ningún orden del día; el Consejo ni ha opinado sobre la posibilidad de una fusión, ni de con quién sería esa fusión”.

Aunque están prácticamente seguros de que será difícil que se anuncie nada antes de su próxima reunión, prevista para el miércoles 22 de julio, las mismas fuentes están casi convencidas de “fusión habrá, y será con Unicaja”. Pero matizan: “Aquí interviene el Vaticano y con la Iglesia nunca se sabe”.

La fusión anunciada ayer, según el comunicado enviado a la CNMV, se hará “sin recurrir a ningún apoyo financiero externo”. Es decir, sin utilizar el Fondo de Restructuración Ordenada Bancaria (FROB) creado para ayudar a las entidades con problemas financieros. El documento también especifica que la entidad resultante tendrá un coeficiente de solvencia del 14%, casi el doble del mínimo exigido.

Además, su volumen de negocio será superior a los 50.000 millones de euros, de los que más del 90% son aportados por la caja malagueña, que tiene un tamaño muy superior a la jienense. Como ejemplo, en el primer trimestre, Unicaja ganó 114 millones de euros, mientras que Caja de Jaén no alcanzó el millón.

Estos datos, y el hecho que no vayan a recurrir a las ayudas públicas, demuestran que esta fusión tiene como objetivos principales iniciar el proceso de fusiones en la región y resolver el problema de tamaño de Caja de Jaén, demasiado pequeña para seguir operando en un contexto de crisis como el actual, pese a ser una entidad con un ratio de solvencia elevado (12,6% al cierre de 2008 frente al 8% exigido). Además, Braulio Medel tenía un interés personal por acometer esta unión ya que le permite perpetuarse en el cargo dos años más.

El Banco de España estaba “al tanto” de esta fusión, que llevaba negociándose semanas y que los presidentes respectivos propondrán próximamente a sus Consejos de Administración, informa Europa Press. El organismo supervisor es el principal defensor de las fusiones y está siendo muy activo en impulsarlas.

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