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Renunciar a lo conquistado para mantener el puesto de trabajo

Sacrificios de los trabajadores de la industria del motor para evitar recortes

GLÒRIA AYUSO

España lucha por mantener su puesto como octavo país productor de automóviles en el mundo. Pero en un mundo globalizado, la competencia es cada vez mayor. Renault ha decidido finalmente mantener la fábrica de Valladolid adjudicándole nuevos productos, después de haber puesto en duda su continuidad durante cuatro meses.

El Gobierno y la Junta han hecho un esfuerzo de recursos 'sin precedentes', afirmó el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para asegurar los empleos que estaban en peligro. Este esfuerzo público se cifra en 150 millones de euros hasta 2013, según cifró Renault. Pero no es el único.

'En 2005 se llevaron el León. Fue una lección', dice UGT en Seat

En el último año y medio, los trabajadores han tenido que asumir grandes sacrificios. Las compañías aseguran que la competitividad de las fábricas españolas es menor que la de otros países y que, si las plantillas no aceptan recortes, no podrán mantener el empleo. Renault, Nissan y Seat son sólo algunos ejemplos en los que los sindicatos, tradicionalmente muy fuertes, han tenido que asumir retrocesos en los logros laborales asegurados gracias a la acción de años de lucha.

En cuestión de pocos meses, los recortes han ido a más. Seat aseguraba que estaban en juego 1.500 empleos. En Nissan, 1.600 y Renault amenazaba con cerrar la planta.

Seat supuso el inicio. UGT consideró necesario aceptar la congelación salarial debido a experiencias previas. 'En 1999 ya se llevaron el Seat León a Bruselas, y en 2005 el 10% del Ibiza a Bratislava. Sirvió de lección. Aprendimos que lo de la globalización va en serio', explica el presidente del comité de empresa, Matías Carnero. La aceptación de la congelación salarial en 2009 (cuyo efecto se diluirá por la inexistencia de inflación), y de un aumento de sólo el 50% del IPC en 2010 a cambio de recuperar las cantidades en 2011, ha permitido que Volkswagen haya decidido que por primera vez la planta de Martorell (Barcelona) fabrique un modelo de Audi, el Q3.

La congelación que en Seat levantó revuelo se asume ahora en Renault

En Nissan, los costes salariales fueron uno de los motivos por los que la empresa asegura que fabricar en España es caro. El comité ha pactado 1.000 bajas voluntarias y la empresa ha despedido a otras 600.

Si en Seat provocó un gran revuelo la aceptación de la congelación salarial, apenas siete meses después el comité de empresa de Renault ha asumido como mal menor esta condición, que es un punto más de un pliegue más extenso. Los sindicatos han firmado un Pacto por el Empleo y la Competitividad de Renault España que incluye congelación salarial en 2010 y incremento de sólo el 50% del IPC hasta 2013, este incluido. También se ha aceptado un plan para prejubilar a un máximo de 500 trabajadores a partir de 60 años y medio, y que las personas que se incorporen por primera vez en Renault cobren mucho menos, mediante la creación de una nueva categoría profesional.

El nuevo contratado ganará 18.500 euros brutos al año. Según el propio acuerdo, en cuatro años se deberán realizar 1.400 nuevos contratos de relevo de trabajadores en edad cercana a la jubilación. También se han alterado los turnos de descansos.

Los recortes no responden a la crisis, sino a la globalización

UGT y CCOO se mostraron muy satisfechos por el acuerdo, y recalcaron que la empresa había concedido mejoras sociales para los trabajadores, como préstamos vivienda y la materialización de contratos fijos para empleados eventuales. El director general de Renault, Armando García Otero, lo dejó claro: no es cuestión de retroceso en tiempos de crisis. Las multinacionales lo plantean como recortes necesarios para que las fábricas españolas sobrevivan frente a los costes más bajos de las ubicadas en Europa del este.

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