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Gómez se echa en brazos de González

Malestar en el PSOE por la actuación de su líder en Madrid

MANUEL RICO

Tomás Gómez, líder de los socialistas madrileños, ha logrado lo que parecía imposible: tiene encantado al PP de Madrid y profundamente cabreada a buena parte del PSOE. ¿La razón? Su pacto con Esperanza Aguirre para renovar el consejo de administración de Caja Madrid, que incluye aceptar como presidente a Ignacio González, probablemente el político que más críticas ha recibido de los socialistas madrileños por sus presuntos escándalos de corrupción.

No es que Tomás Gómez se haya vuelto conservador, a pesar de que su segunda propuesta más conocida en el tiempo que lleva como secretario general del PSM ha sido suprimir el Impuesto de Patrimonio. En primer lugar, figura, sin duda, su decisión de boicotear este año los actos de homenaje del 11-M. Gómez no se ha vuelto conservador, sino que su pacto con Aguirre responde a una cuestión interna, según explican a Público miembros tanto de la dirección federal como de la Ejecutiva madrileña del PSOE: 'Quiere utilizar los nombramientos en el nuevo consejo de administración de Caja Madrid para garantizarse la estabilidad en el partido. Es así de triste'.

Salgado considera que Luis de Guindos es el candidato «más profesional»

Aguirre le ha ofrecido a Gómez nombrar a cuatro miembros en el futuro consejo de administración y el dirigente del PSM tiene reservados dos de esos puestos para Pepe Acosta, líder histórico del guerrismo madrileño, y Jorge Gómez, diputado autonómico y miembro del mismo sector.

Acosta ha tenido un papel decisivo durante años en el PSM, pero su poder es decreciente. Ello hace aún más incomprensible, a ojos de muchos socialistas madrileños, la maniobra de Gómez. 'Tomás fue elegido secretario general con el 85% de los votos, no tiene ahora ninguna necesidad de pactar con Acosta', señala a este diario un miembro de la dirección del PSM.

Lo que más preocupa entre los dirigentes socialistas es el mensaje que se lanza a los mercados financieros con un pacto que politizaría Caja Madrid hasta límites nunca vistos. Y es que los dos nombres que baraja Tomás Gómez para el consejo de la entidad comparten una característica con Ignacio González: ninguno tiene experiencia conocida en el mundo de las finanzas. 'El mensaje que enviamos al sector financiero es aterrador', admite un alto dirigente del PSOE.

Gómez pretende colocar en la caja a perfiles políticos como Pepe Acosta

En la cúpula socialista, consideran que el 'candidato más profesional' de los que se han barajado hasta el momento es Luis de Guindos, ex secretario de Estado de Economía en la época de Aznar. Así lo transmitió la vicepresidenta, Elena Salgado, en reuniones del núcleo duro socialista. Una opinión que está influida por el Banco de España, donde se observa con temor la posible politización de la cuarta entidad financiera española.

En la dirección socialista, están convencidos de que 'hay muchas posibilidades de que Aguirre se salga con la suya'. 'Rajoy va a tener que tragar porque Esperanza se lo va a presentar como un hecho consumado', alegan.

Más dubitativos se muestran en el PSOE cuando se les plantea la pregunta del millón: ¿por qué no frena la dirección federal a Gómez? La respuesta más repetida es que supondría una desautorización de tal calibre que su liderazgo quedaría irremediablemente dañado.

Claro que tampoco parece que vaya a salir muy reforzada la figura de Gómez echándose en brazos de González.

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