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Una fusión buena para el fisco y con poco impacto en el cliente

El holding de la compañía fusionada pagará sus impuestos en España

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Las dos compañías utilizaron ayer toda su artillería argumental para subrayar los beneficios de la operación para todos los colectivos implicados. La mayoría de los expertos en el sector consideran que el proyecto es positivo, e incluso inevitable, dado el deterioro del mercado, que ha sido asaltado por las compañías de bajo coste y que tiene gravísimos problemas de rentabilidad.

También hay pocas dudas de que el detalle de la operación beneficia al fisco, ya que la compañía fusionada tributará en España. La hacienda central recibirá lo que le corresponde en virtud del Impuesto de Sociedades. De momento, los ingresos serán mínimos (se paga en función de los beneficios, y ambas aerolíneas están en pérdidas), pero se supone que en el futuro su contribución será importante. También será un cantidad jugosa la que recaude la hacienda autonómica de Madrid en concepto de tributos por la propia operación de fusión. Por ejemplo, el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados, que está transferido por el Estado, supone el 1% del volumen estimado de la operación.

Más interrogantes hay, sin embargo, sobre el impacto en los clientes. Iberia asegura que habrá 'precios más competitivos' porque se comercializarán conjuntamente 98 destinos que ahora hace British. No obstante, de darse este efecto, no comenzaría a notarse hasta 2011, cuando previsiblemente el sector aéreo alivie su particular crisis y se quede sin ganas de bajar más las tarifas.

Los accionistas (grandes y pequeños), satisfechos

Los principales accionistas de Iberia, con Caja Madrid a la cabeza, están contentos con el desenlace, porque ofrece una salida empresarial viable en un mercado complicado. Los pequeños accionistas tampoco tienen motivo de queja. Ayer, Iberia subió en bolsa un 11,8%, y British Airways, un 7,5%.

Los pasajeros, a la espera del plan de rutas

Los viajeros notarán poco la fusión. Con o sin ella, Iberia y British van a revisar sus rutas por la crisis para ver si son rentables. La mayor oferta de destinos para los clientes que proporciona la unión, según Iberia, con 54 nuevas rutas de la aerolínea británica, queda así en cuarentena. 

Hacienda, la gran ganadora en la operación

Uno de los aspectos clave del acuerdo es que la sede social de la nueva compañía estará en Madrid, con lo cual sus beneficios tributarán en España. Además, la propia operación de fusión genera importantes ingresos fiscales, gran parte de los cuales irán a parar a las arcas de la Comunidad de Madrid.

Los empleados, conformes con el pacto

Los sindicatos de ambas compañías avalan, a grandes rasgos, el proyecto de fusión. Iberia y British no tienen serios problemas de duplicidad de personal, salvo en sus colectivos laborales de Europa, donde sí se pueden producir algunos despidos como consecuencia de la integración.

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