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Zapatero pone bajo sospecha a las agencias de riesgo

Subraya que el Consejo Europeo alertó de 'algunos análisis exagerados, no sabemos si con un objetivo o con otro'. Recuerda que están pendientes de una nueva regulación europea

 

GONZALO LÓPEZ ALBA

El presidente del Gobierno puso hoy bajo sospecha los informes de agencias de calificación de riesgo crediticio, como el de la estadounidense Moodys que sitúa a España a la cabeza del 'índice de miseria' de los países desarrollados o el anterior de la también estadounidense Standard&Poors, que hace una semana modificó de estable a negativa la perspectiva del rating de la deuda española.

José Luis Rodríguez Zapatero, dijo tener 'gran respeto' por estas sociedades, pero recordó que, con el antecedente de su demostrada incapacidad para prevenir la crisis financiera que ha hecho tambalearse la economía mundial, no pueden ser consideradas como 'oráculos'.

Del primero de los informes citados, que resucita un viejo barómetro de los años 90, afirmó que tiene 'muy poca credibilidad y seriedad'.

El presidente no limitó su consideración a los informes negativos sobre el horizonte de la economía española, que esgrimió el líder de la oposición, Mariano Rajoy.

Zapatero trajo a colación el que ha calificado al borde de la quiebra la economía de Grecia, para poner en cuestión la credibilidad y los intereses que mueven a esas agencias, que, 'por cierto, están pendientes de una nueva regulación dentro del paquete global de la reforma del sistema financiero' aprobado por el Consejo Europeo.

Zapatero reprodujo los argumentos que ese informe suscitó en la cumbre europea de la semana pasada, objeto formal de su comparecencia parlamentaria de hoy: 'El Consejo Europeo acordó expresar, por cada uno de los 27 países, un apoyo a la solvencia de Grecia y alertó sobre el impacto que determinados análisis, probablemente exagerados, no sabemos si con un objetivo o con otro, tienen para la propia estabilidad y solvencia de algunas economías'.

El presidente destacó que lograr 'un salto cualitativo en el gobierno económico europeo' es el gran desafío de la nueva etapa de la Unión que se abrirá el 1 de enero con la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, que coincide con el comienzo del semestre español de Presidencia rotatoria.

Rajoy desacredita al presidente del Gobierno como un 'maestro Ciruela' 

Expresó su optimismo al respecto porque, según evocó, en la cumbre de la semana pasada se apreció un cambio de actitud en muchos países, de forma que 'si hasta hace poco resultaba algo intocable abrir puertas a la armonización fiscal, hoy esa puerta se ha abierto'. En este sentido, destacó también el acuerdo adoptado para crear tres nuevos organismos de supervisión europea: para la Banca, la Bolsa y los seguros.

Ante el semestre de la Presidencia española, todos los portavoces de la oposición expresaron su apoyo al Gobierno para que se salde como 'un éxito'. Esta declaración de 'máxima colaboración posible' para contribuir al objetivo común de defender 'el prestigio de España' fue el primer gesto de colaboración con el Gobierno realizado en meses por Mariano Rajoy, que incluso alabó por su 'solvencia' el nombramiento del socialista Joaquín Almunia al frente de la importante cartera comunitaria de Competencia.

Pero, más que un paréntesis en la oposición de acoso y derribo, fue un kit-kat. El último tercio de su intervención lo dedicó Rajoy a cuestionar la capacidad que para asumir esa responsabilidad tiene Zapatero, al que comparó con 'el maestro Ciruela, que no sabía leer y puso una escuela'. A este apelativo, que etiqueta al prototipo del sabelotodo que no sabe de nada, respondió el portavoz socialista, José Antonio Alonso: 'Espero que al maestro Ciruela no le haga el mismo roto que le hizo a su primo con lo del cambio climático' [El presidente del PP apeló en 2007 a la autoridad de un primo suyo, catedrático de Física, para relativizar el cambio climático].

Apenas había transcurrido una hora de la declaración de buenas intenciones de Rajoy, cuando su portavoz de Asuntos Exteriores, Gustavo de Arístegui, en medio de la ofensiva contra el ministro Miguel Ángel Moratinos a cuenta del caso Haidar, pronosticó que sus 'errores graves y continuos acabarán contaminando la Presidencia española de la Unión Europea con efectos catastróficos'.

Aunque las prioridades para el semestre español vienen prácticamente determinadas por el Consejo Europeo, Zapatero destacó como una aportación propia las iniciativas contra la violencia de género. Informó también de que el Servicio de Política Exterior, que debe arrancar en abril, tendrá unos 5.000 agentes, de los que aproximadamente el 10% serán españoles. Para empezar serán 300, unos 30 españoles.

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