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Caja Madrid da hasta Navidad a Díaz Ferrán para que pague

Blesa asegura en el consejo extraordinario de la entidad que el jefe de CEOE incumplió las garantías del crédito de 27 millones. Si no asegura el pago, dejará de ser consejero el día 28

S. R. ARENES / V. ZAFRA

El preludio de las Navidades se presenta duro para el presidente de la patronal CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y su socio de toda la vida, Gonzalo Pascual. Tiene hasta el día 24, cuando se cumple el plazo de diez días otorgado por Caja Madrid, para hacer un pago o aportar garantías extra por el crédito de 26,5 millones que le adeuda y que no abona. En caso contrario, el consejo de administración de la caja del 28 de diciembre tendrá que inhabilitarle como consejero de la entidad porque el impago es una causa de cese.

Es la principal conclusión que se extrae del consejo extraordinario y sin precedentes convocado ayer por el presidente, Miguel Blesa, para dar explicaciones sobre la situación de morosidad de Díaz Ferrán, que se filtró a un periódico el lunes pasado, según explican diversas fuentes de la entidad. Ese mismo día, hubo un consejo ordinario y el presidente no comentó nada al resto de los consejeros.

Díaz Ferrán afirma que hoy espera el primer pago por la venta de Air Comet

Blesa, que será sustituido el 28 de enero por el ex vicepresidente económico Rodrigo Rato tras una batalla política de más de un año, aseguró ayer que Díaz Ferrán y su socio, Pascual, incumplieron su compromiso de dejar libres de cargas las garantías aportadas para la primera parte del crédito, de 24 millones.

Ese préstamo fue el tercero en volumen que concedió una caja de ahorros el año pasado a uno de sus consejeros.

Y no sólo se lo dio, sino que hace unos dos meses volvió a ampliar ese crédito. Fue el mes pasado cuando, al ir a escriturar esa ampliación, la caja descubrió que la principal garantía inicial del crédito, un paquete de acciones de su agencia de viajes, Marsans (valorados en unos 100 millones) ya se habían usado como prenda para otro préstamo en Banesto.

Eso significa que esa garantía, que además estaba condicionada a que Díaz Ferrán vendiera Marsans (por unos 320 millones), no valía para nada. La caja no comprobó que no había cargas hasta que no lo pidió el notario al escriturar, como explicó ayer Blesa en el consejo, según las fuentes consultadas.

La pregunta que flotaba ayer en la reunión del consejo y que lanzan los expertos en financiación empresarial es cómo fue posible que Caja Madrid no exigiera desde el minuto uno a Díaz Ferrán y a su socio hacer el trámite de asegurar que las acciones quedaban en prenda para la entidad (lo que se conoce como pignoración). A los empresarios se les exigió sólo un compromiso de que esos títulos no estaban pignorados ni vinculados a otras deudas ni lo iban a estar.

La respuesta que dio ayer Blesa es que ese simple certificado por escrito es el trámite que se suele seguir cuando los clientes son fiables y sin manchas en su historial. No obstante, los problemas que tenía Díaz Ferrán con su aerolínea, Air Comet, y otras empresas empezaron a salir a la luz ya en octubre aunque los arrastraba desde 2008.

La caja no verificó hasta hace poco si la garantía esta libre de cargas

Uno de los puntos que causó un intenso debate en el consejo de ayer fue la filtración de la identidad de un moroso, consejero además, a un medio de comunicación, lo que provocó que la caja haya abierto una investigación interna.

Los más  con Blesa por esta cuestión fueron consejeros afines a la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, según las fuentes consultadas.

Ahora, Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual negocian con la caja in extremis un acuerdo antes del jueves para parar una denuncia en los tribunales que llevaría al embargo. La caja se plantea, en esa demanda o por otra vía judicial, acusar de engaño a los dos socios.

El presidente de CEOE aseguró ayer a Público que están renegociando las condiciones. De hecho, Pascual estuvo ayer en Caja Madrid para ello. Y el lunes hay una reunión crucial con la entidad para intentar resolverlo. Además, Díaz Ferrán asegura que 'la venta de Air Comet está cerrada desde hace días' al inversor holandés Arnold Leonora y que espera que éste cumpla hoy el primer pago, de 2 millones de euros.

De materializarse, constituiría una buena noticia para los 650 empleados de Air Comet, a los que la empresa debe hasta seis nóminas. El comité de huelga de la aerolínea pidió ayer mediante un escrito al ministro de Fomento, José Blanco, que medie para resolver la grave situación de la plantilla y que no se repita una quiebra como la de Air Madrid (cuyas rutas y algunos trabajadores se quedó precisamente Air Comet) en la Navidad de 2006.

Los principales perjudicados de los agujeros de Díaz Ferrán son sus empleados. Si el lunes no abona parte de lo que les debe, reanudarán la huelga y harán uso del documento que firmó el jefe de la CEOE y persidente de Air Comet en el que se comprometía a abonar los sueldos antes del 21 de diciembre.

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