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Las empleadas del hogar tendrán más derechos

Gobierno y sindicatos negocian desde este mes la reforma de su régimen laboral

ANA REQUENA AGUILAR

Cuidan de los niños, de los ancianos, de los enfermos, preparan comidas, limpian casas, planchan y, en definitiva, permiten que hombres, y sobre todo mujeres, trabajen fuera de casa mientras alguien atiende las labores domésticas.

Sin embargo, sus derechos laborales son escasos y datan de hace 25 años. Las empleadas del hogar están sujetas a un régimen especial en el que no se aplica ni el Estatuto de los Trabajadores ni el del Trabajo Autónomo. Gobierno y sindicatos se reunirán este mes para comenzar a debatir un documento que las integre dentro del Régimen General y amplíe sus derechos.

El año pasado terminó con unas 300.000 personas afiliadas al Régimen Especial de Trabajadores del Hogar, de las que más del 90% son mujeres y cerca del 60%, inmigrantes. No obstante, el empleo doméstico ha sido tradicionalmente un sector sumergido. Tanto, que las estimaciones apuntan a que la cifra real de trabajadoras domésticas duplica al número de afiliadas. Por eso, otro de los objetivos de la reforma es que el sector salga a la luz.

Desde que en 1985 se aprobara este régimen, sus condiciones no se han tocado. Gobierno y sindicatos comenzaron a negociar los cambios en 2007, pero la reforma no cuajó. Ahora, esperan que esté lista para mediados de año, aunque los contactos apenas han empezado. El punto de partida, en el que ya hay consenso, es la eliminación del régimen especial y la integración de las empleadas domésticas en el general. A partir de ahí, se trata de equiparar en todo lo posible sus derechos a los del resto de trabajadores.

Para ello, habrá que revisar prácticamente todas las condiciones por las que se rigen actualmente estas trabajadoras. Empezando por la relación laboral: actualmente, el empleador no está obligado a hacer un contrato por escrito y este no tiene que ser revisado por el Instituto Nacional de Empleo. 'La trabajadora tiene que tener conocimiento de cuáles son sus condiciones laborales, porque si no, en caso de conflicto, no tiene forma de demostrar mediante un documento cuáles son sus derechos y obligaciones', explica Blanca Villate, del departamento de Seguridad Social de CCOO. Las indemnizaciones por despido, ahora situadas entre 0 y 20 días, también se aproximarán a las del resto de trabajadores (entre 20 y 45 días).

Con la reforma, tendrán derecho a prestación en caso de accidente

También cambiará la fórmula de cotización: si ahora hay una cuota única de 157,08 euros al mes a pagar a la Seguridad Social, independientemente de la jornada laboral que tenga la empleada, con la reforma se reconocerá tanto la jornada completa como la parcial con cotizaciones diferentes. Las empleadas domésticas podrán cotizar también por contingencias profesionales para tener derecho a la incapacidad temporal y a una prestación en caso de accidente laboral. Villate considera 'inasumible' la fórmula actual, por la que las empleadas sólo cobran la baja a partir del día 29 y no tienen derechos en caso de que sufran un accidente de trabajo.

Los sindicatos quieren eliminar el pago en especie que sucede, sobre todo, en el caso de las empleadas que trabajan como internas, a las que muchas veces se les descuenta del sueldo el alojamiento y la manutención. Sin embargo, este parece ser uno de los puntos más complicados.

El otro es la prestación por desempleo, a la que de momento estas trabajadoras no pueden acceder. Es probable que se les reconozca el derecho a la prestación, pero que se postergue su aplicación.

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