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La banca pide socorro ante los impagos de las inmobiliarias

La Asociación Hipotecaria reclama soluciones al Banco de España, al ICO y al Gobierno

V. Z. / AGENCIAS

Las entidades financieras han ganado todo el tiempo que han podido desde que se inició la crisis en España, pero poco a poco el tiempo se acaba y algunas pueden encontrarse en serios problemas incluso aunque reciban las ayudas del fondo de rescate (Frob). Las promotoras inmobiliarias siguen sin devolver los créditos y las facturas de intereses que deben son cada vez más elevadas tras las múltiples refinanciaciones que les han ido concediendo. El sector tiene una deuda con la banca de 325.000 millones de euros y los intereses ascienden a 15.000 millones, es decir, 340.000 millones que 'no pueden pagar', según el presidente de la Asociación Hipotecaria Española (AHE), Santos González.

Por eso, las entidades financieras, representadas en la AHE, pidieron ayer socorro. Reclamaron que se reúnan el Banco de España, el Instituto de Crédito Oficial (ICO), el Gobierno y representantes del sector financiero y el inmobiliario para intentar buscar una salida a esta difícil situación, que, de momento, está perjudicando el rating de las entidades y, por tanto, dificultando y encareciendo su acceso a financiación en los mercados.

La cuestión, explican en el sector financiero, es que bancos y cajas no pueden quedarse con muchos más activos (sobre todo pisos) de los que ya se han quedado porque las elevadas provisiones que tienen que dotar al realizar esa operación podría llevar directamente a la quiebra a alguna de ellas. El problema se acrecienta cuando se trata de suelo y no de viviendas. Estas, antes o después, se podrán vender.

Bancos y cajas no pueden quedarse con muchos más activos, según el sector financiero

Pero en el caso de los terrenos, la valoración es cada vez menor y en muchas ocasiones no cubre ni siquiera la cuantía del crédito que concedieron. Y tampoco se soluciona la situación si vuelven a refinanciar al promotor porque aun así no tendría dinero suficiente para construir en ese suelo porque ahora está vendiendo a pérdidas lo que tienen construido.

El problema no es nuevo. Tras la quiebra de Martinsa Fadesa en julio de 2008, las entidades se conjuraron para ir refinanciando a las inmobiliarias pese a saber que no eran viables, con el único objetivo de graduar la crisis del sector. Desde entonces, les han ido dando oxígeno para que terminaran de construir los edificios iniciados en muchos casos, pero las ayudas se van a acabar. En el primer semestre de este año, el sector financiero prevé una nueva oleada de caída de inmobiliarias y reclama ayudas para afrontarlo.

Santos González no concretó ayer qué tipo de soluciones podría darse, pero en el sector financiero explican que debería arbitrarse alguna fórmula para que esos activos inmobiliarios no dañaran los balances de los bancos. Estas podrían pasar desde la creación de un banco malo, que aglutine las propiedades inmobiliarias pero sin tener que hacer provisiones, hasta la modificación de la forma de contabilizarlos.

En las mismas jornadas, el presidente de la Asociación de Promotores Constructores de España (APCE), José Manuel Galindo, propuso 'trabajar en medidas contables y de valoración que no sean tan volátiles como ahora'. Galindo reclamó una 'reacción' para no dejar caer a un sector que tiene que producir entre 350.000 y 375.000 viviendas al año.

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