El conflicto por los altos sueldos de los controladores de hasta 900.000 euros que intentan recortar el Ministerio de Fomento y Aena (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea) sube de temperatura. Los empleados públicos mejor pagados presentaron hace unas dos semanas una propuesta en la que, entre otros puntos, plantean cobrar por cada hora extra que hacen el doble que ahora.

Si esa remuneración ronda los 265 euros, el sindicato de controladores Usca, que representa al 95% de los 2.400 controladores, propone subirlo hasta 300 o incluso 400 euros, según fuentes de Aena.

Aunque el presidente de Aena, Juan Ignacio Lema, no quiso detallar ayer la propuesta, sí la calificó como 'inaceptable' ante los medios de comunicación tras un foro sobre el sector aéreo organizado por Cinco Días. Sólo concretó que el planteamiento del colectivo, lejos de buscar un ahorro de costes, 'supone un aumento'.

Esto es justo lo contrario de lo que buscan Fomento y Aena, que depende del ministerio. Quieren bajar los salarios de los controladores, que suponen el 70% de los costes de navegación aérea, para que se reduzcan hasta la media europea las tasas de navegación (que pagan las aerolíneas y estasrepercuten en sus clientes).

Los controladores ya han amenazado con el caos en Semana Santa y acusan al ministro de Fomento, José Blanco, de 'ponerlos en la diana de los ciudadanos'. Blanco, por su parte, que ha puesto entre sus prioridades rebajarles el salario y quitarles el poder de organizar el trabajo, quiere un acuerdo sobre el convenio colectivo antes de fin de marzo.

Ayer, dijo a Punto Radio que 'tendrán que aumentar sus horas de trabajo no extraordinarias'. Aena plantea que las extras bajen de 400 a 242 horas al año y sean obligatorias.

Otro recorte que se negocia es eliminar, sólo para los nuevos controladores, las prejubilaciones de oro actuales, que les permiten irse a casa a partir de los 52 años con un sueldo medio de 170.000 euros.