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La deuda del Estado no seduce a los ricos españoles

Sólo la familia Del Pino y el empresario indio Ram Bhavnani apuestan por invertir en bonos de España

SUSANA R. ARENES

El dinero es apátrida, como se puede comprobar cada día en los mercados financieros. Y las grandes fortunas españolas no parecen muy dispuestas a apostar por la deuda nacional pese a los problemas de confianza que tiene en el extranjero este activo que financia al Estado. Lo demuestra el hecho de que sólo dedicaron el 7% del dinero que tienen en sicav (sociedades de inversión para ricos con grandes ventajas fiscales) a bonos españoles, es decir, 164 millones de euros.

Aunque, en este panorama, emergen dos grandes excepciones. El inversor indio y autodidacta Ram Bhavnani y la familia Del Pino, dueña de la empresa de construcción y servicios Ferrovial, duplicaron su inversión en bonos y obligaciones del Estado.

Los adinerados sólo dedican el 7% de su inversión a bonos de España

El más convencido de la rentabilidad de la deuda española es Bhavnani, cuya fortuna ha experimentado un crecimiento exponencial. Al comerciante indio que aún sigue manteniendo su bazar en Tenerife, donde vive se le ha alabado por su buen ojo para las inversiones. No en vano, dio un primer pelotazo al vender su 10% del Banco Zaragozano a Barclays en 2003 y otro más al ceder su 15% de Bankinter a Crédit Agricole cuatro años después. Ahora, su apuesta bancaria está en el Popular, en el que ha reducido su peso al 2,8% del capital.

Quizá precisamente por los sustos que le han dado las participaciones en entidades que cotizan en bolsa, Bhavnani se ha replegado al máximo como inversor en renta variable, al margen del Popular. Ha preferido la inversión segura en renta fija (títulos de deuda) y, dentro de ella, le ha dado prioridad a títulos que garantiza el Estado español. Tanto que, al cierre del año pasado, dedicó a deuda de España el 39% del dinero que tiene en sus cuatro sicav. Esto supone 74 millones de euros de un total de 193 millones, según los datos recabados en la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

Bhavnani y la familia Del Pino doblan su posición en deuda nacional

A la familia Del Pino también le convenció el tipo de interés fijo que ofrece la deuda española, aunque menos. Destinó el 11% del patrimonio de sus siete sicav a bonos y obligaciones del Estado: 71 millones.

Tras un 2008 de batacazo de las inversiones en bolsa, el año pasado, tanto el inversor indio como la familia Del Pino duplicaron su apuesta por los títulos del Tesoro con vencimientos a medio y largo plazo. En el caso de Bhavnani, los bonos vencen sobre todo en 2019. Mientras, las sicav de los dueños de Ferrovial han optado por vencimientos de entre 2011 y 2015. Ambos inversores copan casi el 90% de la inversión en deuda española de las grandes fortunas. En ella, no se ha contado la adquisición temporal de activos, que tiene como garantía títulos del Tesoro, pero que, en la práctica, se trata de préstamos a la banca, explican los expertos.

El empresario indio confía el 39% de su patrimonio a títulos del Tesoro

Entre el resto de adinerados, sólo Amancio Ortega, fundador del imperio Zara, hace una apuesta mínima por la deuda española: 18 millones. Prefiere los bonos de Alemania y de Francia, donde ha invertido más del doble, 57 millones. Ni Manuel Jove, fundador de la promotora Fadesa, ni Alicia Koplowitz, ni Rosalía de Mera, ex mujer de Ortega, ven atractivo al Tesoro Público. De Mera, la mujer más rica de España, vendió el año pasado la inversión de 4,4 millones de euros que tenía en 2008.

Queda por ver si el esfuerzo que hará España en recortar su déficit del 11,4% al 3% en cuatro años, como ha predicado el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa en Reino Unido, Francia y EEUU, atrae a más ricos españoles tanto como para animarles a comprar bonos estatales.

Los fondos de inversión y otros inversores institucionales pueden encontrar atractivo en la deuda pública, si se remunera bien. En el caso de las grandes fortunas, algunos gestores de activos recomiendan reducir al mínimo, más bien a cero, el peso en esta deuda. No sólo de la española, también de la europea y la estadounidense.

'El activo de 2009 ha sido la renta fija privada, pero no la deuda pública', señala Pedro Mas, director general de Banif Gestión, gestora que administra varias sicav. Este año, la previsión es bajar la apuesta por invertir en la privada (la que emiten las grandes empresas) y más aún por la de los estados. Mientras, la inversión en bolsa podría ir ganando posiciones.

Ya el año pasado el rebote de los parqués en abril dio una gran alegría a las grandes fortunas españolas, que lograron escapar de un año de recesión al aumentar casi un 30% el dinero que tienen invertido en sus empresas cotizadas (Ortega y Mera, con Inditex; Emilio Botín, con Santander, o la familia Del Pino, con Ferrovial). Sumó 32.000 millones.

Definitivamente, no hubo crisis para los ricos. También las inversiones que tienen en las sicav obtuvieron ganancias en un año de penuria económica para gran parte de los españoles. Su patrimonio en estas sociedades creció un 2,2%, hasta 2.204 millones.

Aún siguen invirtiendo una parte importante en bolsa, aunque el año pasado varios de ellos, como Amancio Ortega, Ram Bhavnani o el inversor gallego Manuel Jove, redujeron su riesgo bursátil al mínimo. Pese a esa actitud de prudencia, el último trimestre fue peor para las sicav, al registrar unas pérdidas de un 1%.

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