Air Comet, la aerolínea del presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y de su socio Gonzalo Pascual, ha presentado el concurso voluntario de acreedores (antigua suspensión de pagos) ante el Juzgado de lo Mercantil número 8 de Madrid, tres meses después de haber dejado de operar.

Según fuentes de la aerolínea, la compañía ha dejado pasar este plazo, amparada en la nueva Ley Concursal, para intentar llegar a acuerdos de pago con proveedores y acreedores, entre ellos, el HSH Nord Bank, el banco alemán que provocó su cierre al presentar una demanda ante la justicia británica por el impago de 17,2 millones de euros derivado del alquiler de aviones.

Las fuentes consultadas aseguraron a Efe que se ha llegado a acuerdos provisionales con algunos proveedores, sin que hayan sido suficientes para evitar la presentación del concurso voluntario de acreedores.

Es el paso previo para que los empleados de la compañía puedan cobrar los salarios pendientes

El nuevo artículo 5.3 de la Ley Concursal -al que se han acogido grandes empresas como Nozar o Ploder- permite a una compañía negociar un convenio anticipado de acreedores durante tres meses y declararse insolvente antes de que termine el mes siguiente.

La presentación del concurso es un paso imprescindible para que los trabajadores de la compañía cobren los salarios adeudados del Fondo de Garantía Salarial (FOGASA), que en cualquier caso sólo abonará los sueldos de los últimos 150 días.

Según fuentes sindicales, los salarios pendientes podrían suponer entre 4 y 5 millones de euros, a lo que habría que añadir las indemnizaciones de los 250 trabajadores que han visto extinguida su vinculación con la compañía en virtud del ERE.

Los sindicatos, que representan a los más de 640 trabajadores de la compañía, confían en que la empresa cumpla su promesa de vender el material de mantenimiento para poder abonar los salarios que no cubra el FOGASA a los trabajadores, que en algunos casos dejaron de recibir su retribución en julio del año pasado.

La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional decidirá previsiblemente en abril si admite a trámite la querella presentada por la asociación de consumidores CEACCU contra Air Comet, a la que acusa de estafa e insolvencia punible por haber seguido vendiendo billetes tras el cese de operaciones.

El pasado 22 de febrero el juez Santiago Pedraz rechazó por segunda vez la denuncia interpuesta por la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU) porque, entre otros motivos, en el posible delito de estafa no se concretan los afectados, sino que se alude a 'una generalidad de personas'.

En el auto de inadmisión, el magistrado considera que los consumidores deben ejercer la acción popular, 'la más lógica dado el carácter de interés general de tales asociaciones' o demostrar su condición de perjudicados, 'lo cual no han hecho', señala.

Air Comet cuenta con una deuda total de cerca de 100 millones de euros. Entre otros impagos, la compañía debe 16 millones de euros a la Seguridad Social, más de siete millones de euros por las nóminas impagadas de sus 640 empleados y varias cantidades sin determinar a los proveedores de combustible de la aerolínea.

A estas cantidades se sumará la deuda de 6,3 millones de euros que Air Comet contrajo con el Ministerio de Fomento por el dispositivo de traslado de los cerca de 7.000 afectados por el cierre de la aerolínea.

Además, la compañía debe 25 millones de dólares (17,5 millones de euros) al banco alemán Nord Bank por el crédito que le concedió para pagar el 'leasing' de su 13 aviones, cuyo embargo dictado en diciembre por un juzgado londinense provocó la quiebra definitiva de la compañía, así como la suspensión de la licencia de vuelo por parte del Ministerio de Fomento.