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Europa cierra la crisis griega con un rescate a la alemana

Los países del euro harán préstamos a Atenas junto al FMI, pero sólo si la economía griega está a punto de la quiebra

DANIEL BASTEIRO

La zona del euro saldó ayer la primera gran crisis de su historia al acordar un plan de rescate de Grecia inspirado por la canciller alemana, Angela Merkel. El rescate llega tras semanas de duras negociaciones y no implica el envío directo de dinero, como pretendía el Gobierno de Atenas, pero contribuirá según sus autores a calmar las aguas de una unión monetaria perturbada por la división interna.

Francia y Alemania anunciaron ayer, durante la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que se celebra en Bruselas, las grandes líneas del acuerdo, asumido después por los 16 países de la moneda única, en el que se comprometen a ayudar a Grecia a través de 'préstamos bilaterales coordinados', según un documento de conclusiones al que tuvo acceso Público. El tipo de interés que se cobre por los préstamos será menor que el que Atenas paga en los mercados, recelosos de una economía en una situación próxima a la quiebra. El documento no habla de cifras concretas, pero sí da pistas concretas sobre cómo se financiará la ayuda. Los países de la zona del euro se harán cargo de una parte 'mayoritaria' del rescate. Sin embargo, como pretendía Alemania desde el principio de la negociación, el Fondo Monetario Internacional (FMI) tendrá un papel 'considerable' en el plan.

Trichet dice que una ayuda del FMI es algo 'muy, muy malo'

Sobre esta cuestión, el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, opinó ayer que si ese organismo internacional o cualquier otra institución interviniera en el rescate de Grecia en lugar del Eurogrupo o los gobiernos europeos sería 'muy, muy malo', e instó a los países miembros a ejercer 'sus responsabilidades'. Las palabras de Trichet llevaron al euro a marcar su mínimo en diez meses en su cotización frente al dólar.

Según algunas fuentes, el monto total del rescate podría ascender a 25.000 millones, de los cuales la institución que dirige Dominique Strauss-Kahn pondría 10.000 millones. Los otros 15.000 millones serían aportados por los países de la eurozona. Teniendo en cuenta que la propia Grecia no participará de su rescate y que otros países, como Portugal y Holanda, han anunciado que tampoco lo harán, fuentes del Gobierno estiman que España se responsabilizará de aproximadamente 2.000 millones (ver información en la página siguiente).

Otro aspecto importante es cómo se activará el plan de rescate. Aquí también se ve la mano de Alemania, que ha conseguido que su puesta en marcha deba ser aprobada por unanimidad dentro del Eurogrupo y 'como último recurso', es decir, sólo cuando la situación de la economía griega esté próxima al colapso.

Merkel ha obtenido el compromiso de que se vigilará más el déficit y la deuda

Alemania, país al que fuentes de la presidencia española de la Unión Europea acusaban a primera hora de ayer de 'alejarse por primera vez en mucho tiempo del corazón de Europa', emergió a última hora como un renovado epicentro de la economía comunitaria. Las tres condiciones con las que aterrizó en Bruselas se vieron reflejadas en el acuerdo final, pese a la enorme presión de la Comisión Europea, Francia, la presidencia española y hasta el Banco Central Europeo. Por una parte, Merkel consiguió incluir una gran participación del Fondo Monetario Internacional, algo que en los pasillos comunitarios se veía como una humillación, en tanto en cuanto pone en discusión la capacidad de la zona euro para resolver sus propios problemas sin llamar a puertas ajenas. La ministra de Finanzas francesa, Christine Lagarde, llegó a asimilar la posibilidad con la hipótesis de que California pidiese a un organismo internacional ayuda antes que a Barack Obama.

Por otra parte, Alemania consiguió retrasar y entorpecer la puesta en marcha del rescate, que sólo se activará si la caída de la economía griega como un peso muerto es un riesgo inminente. El último as en la manga de Merkel es el endurecimiento de la vigilancia y control estricto de los niveles de deuda y déficit, una misión que el presidente de los 27, Herman Van Rompuy, tiene el mandato de explorar en los próximos meses.

'Un buen europeo no es necesariamente aquel que corre a ofrecer ayuda', advirtió Merkel antes de entrar a la reunión. La canciller alemana afronta unas elecciones regionales, presionada por el rechazo de sus votantes a ayudar a Grecia.

El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, llamó, en rueda de prensa previa al acuerdo, a la 'corresponsabilidad' de todos para salvar la credibilidad de 'una moneda que ha aportado fortaleza a nuestros sistemas financieros, y que es una moneda de garantía para la economía europea y para el mundo'. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, argumentó que sería 'impensable' que los 27 fallaran en un momento 'muy importante' para uno de sus socios.

No estaba ni siquiera en el orden del día, pero la crisis griega centró la cumbre de la UE. Los 27 seguirán debatiendo la estrategia Europa 2020, centrada enobjetivos de empleo, clima, I+D+i, educación y pobreza.

-Marco europeo de préstamos bilaterales voluntarios

-Tipo de interés de mercado

-Aportación del FMI

-No se pondrá en funcionamiento hasta que no sea estrictamente necesario

-A cambio, el Eurogrupo preparará un informe antes de fin de año sobre la gobernanza económica europea

-España no ha estado en la reunión, aunque sí 'implicada'.

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