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Grecia cede ante los mercados y pide negociar el rescate

Atenas solicita a la eurozona y al FMI que activen los mecanismos del plan de ayuda ante la creciente desconfianza de los inversores

B. CARREÑO / D. BASTEIRO

Por primera vez en la historia del euro, un país miembro se enfrenta a un rescate por parte del FMI y de sus socios en la moneda comunitaria. La suerte de Grecia estaba echada desde hace meses, a la vista de la apuesta de los inversores internacionales, que apuntaban que la economía helena no sería capaz de hacer frente a sus compromisos de pago más inmediatos.

El paso, prácticamente definitivo, lo dio ayer el Gobierno de Atenas. El ministro de Economía griego, George Papaconstantinou, envió una carta al FMI y al Eurogrupo en la que solicita 'comenzar las conversaciones' sobre las políticas a adoptar para recabar asistencia financiera 'en caso de que las autoridades griegas lo requieran'. En otras palabras: Grecia quiere tener no sólo la garantía de la solidaridad internacional frente a los especuladores, sino el botón rojo a su disposición para activarla sin dilación.

El lunes, los expertos del FMI debatirán en Grecia los detalles de la ayuda

Aunque todas las partes se esforzaron por matizar que esa petición no activa automáticamente el plan de rescate, lo cierto es que se trata de un proceso difícilmente reversible. El director gerente del Fondo, Dominique Strauss-Kahn, anunció que el lunes un equipo de técnicos se trasladará a Atenas para iniciar las labores previas a la adjudicación de la línea de crédito de rescate, que puede llegar hasta 15.000 millones de euros. La portavoz del FMI, Caroline Atkinson, dijo que el volumen total del préstamo, así como las condiciones del mismo (básicamente, el tipo de interés y las contrapartidas de política macroeconómica) serán determinados en las negociaciones con el Ejecutivo de Papandreu. Los expertos del FMI evaluarán que el plan de ajuste heleno sea 'apropiado, realista y esté bien financiado' antes de hablar de plazos y cantidades exactas. Sin embargo, según Reuters, Grecia está interesada en un programa a tres años.

El Ejecutivo de Yorgos Papandreu también pidió que se activen los mecanismos de ayuda a la Comisión Europea y el BCE. En este caso, los detalles están mucho más perfilados. Se puede llegar a poner a disposición de Grecia 30.000 millonesa un tipo de interés de aproximadamente el 5% y su Gobierno no tendrá que tomar medidas adicionales de austeridad presupuestaria.

Los acontecimientos de las últimas 48 horas han precipitado la primera operación de rescate de un país europeo. Grecia había anunciado su intención de hacer una emisión de bonos en dólares a final de mes para ingresar unos 10.000 millones de dólares (7.300 millones de euros). El Gobierno heleno se había visto suficientemente respaldado por el apoyo que le habían brindado el pasado fin de semana los países europeos, al concretar el plan de rescate, como para intentar salir por primera vez a los mercados desde que su capacidad de pago estaba en entredicho.

El anuncio relajó las presiones sobre la deuda y disparó la bolsa helena

Sin embargo, según asegura The Wall Street Journal, el interés de los inversores estadounidenses por la emisión era prácticamente nulo, y Grecia había desinflado sus expectativas de recaudación hasta los 4.000 millones de dólares o, incluso, se baraja que podría cancelar la operación.

Esta posibilidad reactivó las alarmas en los inversores. A las pocas horas de abrir el mercado, el rendimiento del bono griego se acercaba a sus máximos (por encima del 7,3% de interés) y el diferencial con los títulos alemanes, lo que se conoce como la prima de riesgo, se había ensanchado hasta los 426 puntos básicos. Además, los seguros de impago sobre Grecia (denominados CDS por sus siglas en inglés) se dispararon.

Tras el anuncio de que Grecia había decidido acelerar los preparativos del rescate, la presión sobre la deuda helena comenzó a relajarse, y al cierre de esta edición el diferencial con la deuda alemana se había reducido hasta 411 puntos. Además, la Bolsa griega rebotó un 3%, y esa mejoría contagió al resto de los parqués europeos, que cosecharon moderadas subidas. El euro fue la única víctima colateral, ya que volvió a debilitarse frente al dólar, hasta cambiarse a 1,35.

Mientras, el PP insiste en comparar España con Grecia. Su presidente, Mariano Rajoy, advirtió ayer de que el caso de Grecia 'puede no ser único' en la UE, y por eso aseguró que es necesario aprender la lección que, a su entender, pasa por estabilidad y equilibrio presupuestario. Según recalcó, esa lección es 'esencial' para España, porque el Gobierno 'no toma suficientemente en serio la necesidad de ajustar las cuentas'.

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