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Grecia admite su derrota ante los mercados y pide el rescate

Los inversores se tranquilizan, pero las reticencias de Merkel enfrían las expectativas de una ayuda inminente. El FMI coincide con Salgado al descartar el riesgo de contagio a otros países

D. BASTEIRO / I. PIQUER

Grecia perdió ayer la esperanza en los mercados y exigió al Eurogrupo que active el rescate multimillonario de su economía, dotado sólo este año con 30.000 millones de euros procedentes de los socios de la moneda única, más unos 15.000 millones del Fondo Monetario Internacional (FMI). 'Es una necesidad nacional y urgente', aseguró el primer ministro, Yorgos Papandreu, consciente de que la refinanciación de su deuda en el mercado ya no es una opción. Los bonos griegos a 10 años alcanzaron el jueves un tipo de interés del 8,83%, el mayor desde 2001, debido a la nueva revisión al alza del déficit público griego.

La solidaridad europea se concretará en 'días, no semanas', según el portavoz comunitario de Economía, Amadeu Altafaj. Sin embargo, los técnicos de Bruselas, el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI aún negocian los últimos detalles en Atenas. Entre ellos están las condiciones del FMI, cuyo director gerente, Dominique Strauss-Kahn, se entrevistará hoy en Washington con el ministro de economía griego, Yorgos Papacostantinou. El FMI no ha concretado cuánto dinero aportará ni el tipo de interés y las medidas que exigirá a Grecia. Por otra parte, una reunión extraordinaria del Eurogrupo aún sin fecha deberá activar políticamente el rescate y decidir el tipo de interés de su aportación, que podría rondar el 5% a tres años. Según fuentes comunitarias, la mayoría de países de la zona del euro optará por emitir bonos de deuda para después realizar el préstamo a Grecia. Así, los diferentes procedimientos nacionales impedirán que los 30.000 millones lleguen a Atenas al mismo tiempo.

El FMI aún debe concretar las condiciones de su aportación

La petición de Papandreu indignó a algunos sectores del país, que le acusan de hipotecar aún más a Grecia y rechazan los dolorosos recortes sociales que requerirá el rescate. El sindicato de funcionarios Adedy habló de 'ataque brutal' y convocó un maratón de protestas para el próximo martes, mientras que la coalición izquierdista Syriza calificó la petición de socorro de 'crimen contra la sociedad griega' y exigió un referéndum.

En los mercados, el SOS griego fue bien acogido, tras dos jornadas de incertidumbre. Sin embargo, el efecto se diluyó cuando la canciller alemana, Angela Merkel, dijo que el rescate llegará bajo 'estrictas condiciones'. Tras esas palabras, que pueden leerse en clave local (el próximo 9 de mayo hay elecciones en Renania del Norte-Westfalia, donde hay un fuerte rechazo al rescate), el riesgo país de Grecia y sus seguros de impago se alejaron de sus mínimos intradía, aunque sin llegar a los récords del pasado jueves. Una tendencia similar a la de la deuda española, cuyo diferencial con el bono alemán a 10 años subió hasta 97 puntos básicos, cerca de la cota de 100 puntos que superó en febrero.

En Grecia, izquierda y sindicatos preparan nuevas movilizaciones

En las bolsas, hubo subidas moderadas. Francfort repuntó un 1,47%; Londres, un 1,03%; París, un 0,68% y Madrid, un 0,89%. El euro, por su parte, se apreció un 0,7% frente al dólar. Además de las reticencias de Alemania (que deberá aportar un 27,9% del rescate europeo, 8.376 millones, dado su peso en el BCE), el mercado duda que ese dinero arregle los problemas de Grecia, ya que sólo cubre sus necesidades fiscales para este año.

En Washington, Strauss-Kahn aseguró que la ayuda del FMI llegará 'con la mayor rapidez'. Su número dos, John Lipsky, confió en que no habrá obstáculos para poner en marcha 'un programa coherente sobre varios años' para Grecia y expresó su confianza en el euro. La divisa europea, dijo, 'ha aprobado el examen frente al escepticismo' y los países adscritos a ella 'han actuado de forma coordinada, algo sin precedentes'.

El paquete de emergencia, aseguró Lipsky, 'dará a Grecia la oportunidad de volver a la estabilidad financiera' y 'reducirá el riesgo de contagio' a otros países, una tesis que no parece compartir el presidente del Banco Central alemán, Axel Weber, que ayer dijo que ese riesgo 'ha crecido en las últimas semanas'. Ayer, la agencia de medición de riesgos Standard & Poor´s (S&P) rebajó la calificación de dos de los mayores bancos italianos, Intesa Sanpaolo y Mediobanca, ante el 'débil' crecimiento escenario que se espera para Italia en los próximos meses.

Quizás por eso, el titular de Economía italiano, Giulio Tremonti, dejó clara ayer su disposición para ayudar a Grecia: 'Cuando ves que la casa del vecino se incendia, hay que darle el extintor', indicó. Por su parte, la vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, también presente en Washington para asistir a la reunión de ministros de economía del G-20 y a la del FMI, aseguró que España prestará 'enseguida' la ayuda a Grecia, que asciende a 3.675 millones. Salgado, que adelantó que el Consejo de Ministros del próximo viernes aprobará el decreto-ley que permitirá liberar esa suma, previo refrendo del Congreso, aseguró que, pese al elevado déficit español (11,2%), España está 'en una situación mucho mejor' que Grecia.

'Lo más importante es que el director gerente del FMI ha dicho claramente que, desde luego, España no está en la situación en la que está Grecia', afirmó Salgado, que recordó que Eurostat ha certificado que la deuda pública española es más de 20 puntos inferior a la media europea. Además, subrayó que el plan de ahorro del Gobierno 'se va cumpliendo en todas sus etapas'.

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