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38 despidos en Repsol por posible corrupción

La petrolera reconoce por primera vez casos de este tipo

A. M. VÉLEZ

Repsol YPF, la primera petrolera española, despidió el año pasado a 38 empleados por posibles prácticas corruptas, como la entrega o recepción de sobornos a cambio de contratos o favores. Es la primera vez que la empresa que preside Antoni Brufau reconoce un episodio de este tipo en su plantilla. El dato, que fuentes de la empresa prefieren no ampliar, figura en la memoria de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) que la compañía entregó a sus accionistas la semana pasada.

Con Repsol, ya son cuatro las empresas del Ibex 35 (principal índice bursátil español) que, desde el año 2007, han reconocido la existencia de empleados corruptos en sus plantillas: Red Eléctrica (que fue la primera en hacerlo), Iberdrola, Enagás y la propia Repsol, que es la que más casos ha reconocido en un solo año, por delante de Iberdrola (37, también en el ejercicio 2009).

Todas ellas pertenecen al sector energético, considerado por los expertos como uno de los más conflictivos en esta materia, por la estrecha relación que exige este negocio con las administraciones públicas, a veces, en países geopolíticamente inestables.

La información que aporta Repsol es voluntaria. La mayoría de las empresas que cotizan en el Ibex 35 publican sus memorias de RSC bajo el estándar GRI (siglas de Global Reporting Initiative), que desde 2002 trata de promover la transparencia y los principios éticos de las empresas bajo el auspicio de la ONU. Pero la profundidad de la información que aportan las empresas es muy variable.

14 de las 35 compañías del Ibex han publicado ya sus memorias de RSC correspondientes al ejercicio 2009. Tres de ellas (Repsol, Iberdrola y Enagás) han reconocido prácticas irregulares de su plantilla, lo que supone una cifra récord.

Seis de esas compañías (Abertis, Banco Sabadell, Bankinter, Gamesa, Iberia y Telecinco) dicen que no ha habido ningún caso y otras (Abengoa, ACS, Banco Popular, Banesto y Mapfre) prefieren eludir la cuestión. Esa es la política que hasta ahora había seguido Repsol y la que, de momento (aún no ha publicado su memoria de 2009), caracteriza a la constructora Sacyr, primer accionista de la petrolera (tiene el 20%).

El pasado viernes, en la junta de accionistas de Repsol, Antoni Brufau defendió la transparencia de su empresa al ser preguntado por varios accionistas sobre la política de Repsol con los pueblos indígenas: 'Esta casa tiene muy clara su responsabilidad social, porque nos lo creemos', dijo.

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