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Objetivo: sacar dinero por la cara

Fabrican un 'software' que permite que la clave de seguridad de cualquier servicio sean  los rasgos principales del rostro

PEPE VARELA

Teclear una clave para sacar dinero de un cajero puede tener los días contados. Al menos, así lo esperan Salvador Martí y José María Choclán, fundadores y propietarios de F7 Corporation. Una empresa de software de biometría por reconocimiento facial, con sede en Alicante y oficina en Nueva York, que pretende extender su producto por todos los cajeros del mundo.

De momento, este sistema con firma española, cuyo nombre comercial es Face Recognition, está funcionando en el control de acceso al Empire State Building de Nueva York. 'A través de una cámara, el software comprueba que quien accede al edificio está autorizado a hacerlo', explica José María Choclán. ¿Una invasión de la privacidad? Su diseñador lo niega. 'No se trata de grabar rostros, sino de medir el algoritmo numérico del patrón facial del usuario. Esto es, recrear una suerte de mapa topográfico del rostro'. Es decir, lo que la cámara envía al ordenador de control de acceso es una serie de 250 elementos que se corresponden, en cada caso, con los puntos biométricos de los rostros: distancia entre los ojos, dimensiones de la nariz, etc.

El edificio del Empire State lo utiliza para controlar el acceso

La clave de esta conquista, según los responsables de F7, es que 'garantiza un 99,9% de fiabilidad y máxima seguridad'. Desde el principio, los dueños de la firma estaban convencidos de que su software había nacido para sustituir las claves convencionales de los cajeros aunque su primera propuesta no iba precisamente dirigida a ese fin.

'Nos dimos cuenta de que no había ningún sistema de reconocimiento facial que funcionara a través de los sistemas web. Eso nos dio una idea. Vimos que, si podíamos hacerlo funcionar con una simple webcam, podríamos validar aplicaciones a través de las webs de las empresa', explican Choclán. Con ello, aseguran, se había encontrado la solución al phishing que opera a travésde las webs de los bancos.

Mercado escéptico

No graba los rostros, sólo crea un patrón topográfico de las caras

Abrir el mercado no fue tan fácil al principio. Antes, otras empresas habían intentado vender productos similares a F7. Sin embargo, al estar instalado el cajero en la vía pública, la incidencia de la luz en las mediciones recortaba mucho la precisión. Todos habían fracasado y, hablar de algo relacionado con el reconocimiento facial provocaba recelos.

Por eso, hace cuatro años, cuando estos levantinos idearon su software, la acogida del sector no fue nada calurosa. 'Nos las prometíamos muy felices, hasta que la banca nos dijo que nuestra aplicación estaba bien, pero que había otras muchas soluciones antiphi-shing y que la nuestra era una más', se lamentan.

Sin embargo, no todo estaba perdido. Los mismos que les habían cerrado una puerta, les abrían una ventana. 'En los bancos nos preguntaron si nuestro sistema podría utilizarse en los cajeros automáticos, en lugar de para una web'. Martí y Choclán no lo veían muy claro, pero no tenían otra opción: o se arriesgaban o nadie compraría un producto que no añadía nada nuevo a lo ya existente. Seis meses después, el nuevo software estaba listo. 'Los ingenieros de la Universidad Politécnica de Alicante nos permitieron dar el salto tecnológico que necesitábamos para conseguirlo', recuerdan. Hoy, la relación entre F7 Corporation y la Universidad de Alicante se mantiene; de allí vienen todos los ingenieros que tienen en la plantilla, además de los dos becarios que hacen sus prácticas en la empresa cada año.

Después de tres meses de pruebas, en el Centro de Cálculo de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) han podido comprobar la eficacia real de su sistema aplicado a cajeros.

'Una vez superada la prueba, ahora estamos metidos en labores de promoción, márketing y conversaciones para introducir el software en el mercado', explica Martí. La aspiración es convertirse en referencia mundial en control de accesos y cajeros automáticos. 'Es el primer paso para que nuestro software avance hacia la conquista del mercado global', aseguran los propietarios de F7 Corporation.

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