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Europa descubre por fin la máquina de imprimir euros

El BCE, clave en la estrategia para defenderse de los ataques

ANA TUDELA

'El BCE (Banco Central Europeo) decide adoptar medidas'. El comienzo del comunicado hecho público ayer por la autoridad monetaria de la Unión Europea lo dice todo. El BCE se mueve, despierta de su ortodoxia para luchar contra los que se han cebado con el euro apostando por su caída. Por primera vez en su historia, la institución que preside Jean Claude Trichet ha sacado del armario su flamante máquina de fabricar euros para pagar algunas rondas de las que han dejado a deber los países miembros.

¿Cuántas? Las suficientes como para evitar que se disparen otra vez los intereses de las deudas públicas cuando surjan o se difundan intencionadamente dudas sobre la capacidad de pago de los países o las empresas de la Unión Económica y Monetaria. Tantas como para que los inversores se lo piensen antes de jugársela en contra del euro.

La Fed y el Banco de Inglaterra han comprado deuda durante la crisis

El BCE comprará deuda pública y privada en los mercados secundarios. Su normativa le prohíbe adquirirla en el momento en que la emiten los gobiernos para evitar que vaya a financiar déficit públicos. Las cosas se habían llegado a poner muy feas la semana pasada y 'la gente empezaba a dudar de si el euro podía funcionar', comenta Pablo Vázquez, director ejecutivo de Fedea. El BCE, sin embargo, aguantaba estoico las calificaciones de inmovilista a la espera de un compromiso férreo de los países miembros de que se van a apretar el cinturón. Ese compromiso ha llegado.

'Se ha hecho lo que se debía después de semanas de mensajes contradictorios', comenta Santiago Fernández de Lis, socio de Analistas Financieros Internacionales (Afi). 'Lo del Ecofin está bien hecho, pero lo que es realmente un arma fuerte es la decisión del BCE de intervenir en los mercados secundarios. Se debería haber hecho antes. El BCE tiene que hacer un esfuerzo para dejar de lado la ortodoxia', añade. 'El propio euro estaba en peligro y es el BCE el que tiene la munición. A diferencia del Ecofin, que está limitado por el dinero público del que dispone, el BCE crea el dinero', una prerrogativa que perdieron los estados miembros en el momento en que se incorporaron a la moneda única.

Pero el fantasma de la inflación, un verdadero demonio sobre todo para Alemania, mantenía al BCE sin usar ese cartucho. 'La Reserva Federal de EEUU y el Banco de Inglaterra han comprado títulos durante la crisis', recuerda Fernández de Lis. Ayer mismo, el BCE empezó a comprar deuda y el alivio en los mercados fue evidente. 'Los especuladores han sentido la amenaza. Quien se puso en corto el viernes (apuesta por la caída de un valor) ha podido perder hoy (por ayer) mucho dinero', añade.

Los expertos temen que no sea suficiente si no hay coordinación fiscal

El plan ha sorprendido a propios y extraños. 'Es mucho más importante de lo que se esperaba', comenta Silvio Peruzzo, analista del Royal Bank of Scotland. 'Se estaba corriendo un riesgo muy, muy fuerte'. El problema, según Peruzzo, es 'qué van a hacer los mercados cuando se pase el efecto sorpresa'. Pablo Vázquez añade que le 'hubiera gustado que se concretase más el refuerzo del Pacto de Estabilidad', en referencia al límite del déficit público del 3% del PIB.

La presión se ha ido de momento, pero puede volver. 'Hay que establecer mecanismos de supervisión y sanciones y amenazar con echar del club del euro a los países que no cumplan. Que los mercados sepan que lo peor que puede ocurrir es que, quien lo haga mal, se vaya', explica Vázquez. Todos piden además mucha más coordinación en materia fiscal. Para lograrla, Alberto Montero, profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga, defiende una 'Hacienda Pública única' en la UEM, 'similar a la de EEUU'.

¿Por qué un plan europeo?

Los países del euro están convencidos de que en los mercados la especulación sobre la salud de la economía de países como España o Portugal puede provocar su quiebra, haciendo pedazos la unión monetaria nacida hace 11 años. Según el Eurogrupo, los especuladores se llenan los bolsillos extendiendo falsos rumores que elevan el precio de refinanciación de la deuda. Los países refinancian regularmente su deuda en los mercados, pero si el interés exigido es demasiado elevado, la economía del país en cuestión puede saltar por los aires.

¿Qué tiene que ver con España y Portugal?

Grecia y su maltrecha economía fueron el primer objetivo de la presión de los mercados, que no se fiaban de un país acostumbrado a falsear estadísticas y con una deuda pública altísima. Una vez rescatada Grecia con 110.000 millones de euros, los mercados pusieron en el centro de la diana a Portugal y España, recelando de la capacidad de sus Gobiernos para sacar a sus economías de la crisis. En el caso de España, por un alto déficit, un crecimiento débil y la mayor tasa de paro en la UE. En el caso de Portugal, por un bajo crecimiento sostenido en los últimos años.

¿Cuánto dinero se destina al plan?

La Comisión Europea, los miembros de la zona del euro y el Fondo Monetario Internacional pondrán en total hasta 750.000 millones. Los países de la UE han ampliado un fondo ya existente, y usado para apuntalar las economías de Rumanía, Letonia y Hungría. Ahora, hay ya 60.000 millones más, listos para comprar deuda pública en cualquier país de la UE. Los socios de la eurozona, que consideran la ola especulativa como un ataque al euro, reunirán en los mercados 440.000 millones más, ofreciendo como garantía avales públicos. Además, como pasó con el caso griego, el FMI está dispuesto a participar con hasta 250.000 millones de euros.

¿Participa el BCE?

El BCE goza por ley de independencia con respecto a los gobiernos o los técnicos de la Comisión, pero como autoridad monetaria ha puesto ya en marcha inyecciones masivas de liquidez que se suman a los 750.000 millones acordados el domingo en Bruselas. Además, comprará a través de los bancos nacionales (los ‘accionistas' de la institución europea) deuda de los países en apuros en los mercados secundarios; es decir, a los bancos e instituciones privadas.

¿Se utilizará ya o se esperará hasta el último minuto?

Depende de los mercados. El anuncio de recursos multimillonarios para defender al euro pretende lograr un efecto disuasorio, aunque el BCE ya ha comenzado a realizar inyecciones extraordinarias de liquidez. Con la cantidad total anunciada, la UE pretende dejar claro a los especuladores que su negocio se acaba cuando una preocupación legítima de los mercados por el retorno de sus inversiones se convierte en una máquina de hacer dinero a costa de hundir la economía de un país. La Comisión y el BCE pueden actuar ya con sus recursos, pero la movilización de los 440.000 millones de los países del euro requiere en ocasiones la aprobación parlamentaria. Cualquier
desembolso de dinero se pactará con el país rescatado en un documento que detalle los compromisos a tres años vista.

¿Qué pone a cambio el país rescatado?

Todos los países de la zona del euro, pero especialmente los que tienen menos dificultades, como Alemania y los Países Bajos, exigen que toda solidaridad tenga su precio. En otras palabras: el país rescatado tendrá que acometer grandes reformas para reducir el gasto público y la deuda. Así, podrá regresar a la refinanciación en los mercados en un plazo de tres años sin dar pie a los especuladores a hacer apuestas contra la salud de su economía. Como Grecia, los países rescatados tendrían que abonar además los intereses de los préstamos, en caso de que se realicen.

¿Por qué España y Portugal tienen que reducir ahora más el déficit?

Fue una de las condiciones clave para que los países menos expuestos aceptaran poner dinero en el rescate y se deriva de las conclusiones de la cumbre del Eurogrupo del viernes, que pide a todos los países recortes adicionales, no sólo a Portugal y España. Elena Salgado anunció un recorte del 1,5% del PIB en este año y 2011, mientras que Portugal practicará una reducción del déficit del 1% en este año y probablemente uno más pronunciado en 2011. Las exigencias se explican por la presión especulativa y tienen un doble efecto. Por una parte, pararla. Por otra, convertir a ambos países en justos merecedores de un rescate, en caso de que los mercados vuelvan a poner contra las cuerdas a su deuda. Si se tuviese que activar el plan, no sería porque el país no hizo sus deberes, sino porque se vio sobrepasado por el ataque de los especuladores. 

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