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Zapatero y Bill Gates, con el Club Bilderberg

La organización podría sufragar los 600.000 euros del coste del operativo policial

MAGDA BANDERA

El buen tiempo acompañó ayer a los ilustres invitados del Club Bilderberg, alojados en el lujoso Hotel Dolce de Sitges (Barcelona), reservado en exclusiva para alojar este fin de semana a este selecto grupo, formado por los principales líderes de la banca, la política y los negocios.

Un par de fotógrafos que lograron colarse en el área de seguridad por un camino próximo a la playa lograron retratar a algunos de los bilderbergers (como se conocen a los invitados a estas reuniones) en las terrazas de sus habitaciones. Pero pronto fueron descubiertos por el helicóptero que peina la zona y tuvieron que abandonar el lugar rápidamente.

El dispositivo de los mossos d'Esquadra, unos 350 agentes, también vigilarán que nadie interrumpa este sábado la esperada jornada de golf de los socios. A pesar de todo, los policías parecían hoy tranquilos. Los activistas se tomaban un día de tregua antes de la manifestación de esta tarde en Barcelona, y apenas superaban la veintena ante el principal control de seguridad en los momentos de mayor afluencia.

Las cámaras y los manifestantes estaban esperando la llegada del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que por la tarde intervino ante los miembros del club 'Hablará de la crisis que vive el mundo en estos momentos y del modo de afrontar los retos que hoy tenemos planteados todas las economías mundiales en este mundo globalizado', declaró a mediodía la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega.

También había cámaras pendientes de grabar la aparición de Bill Gates, que, según dijo por la mañana, es la primera vez que asiste a estas reuniones. Precisamente, la lista definitiva de los bilderbergers de 2010 sigue siendo el secreto mejor guardado. Las esperadas filtraciones aún no se habían producido a última hora de ayer. Los periodistas especializados en el tema Daniel Estulin y Jim Tucker disfrutaban de sus minutos de gloria y concedían entrevistas a diestro y siniestro, pero no ofrecían un solo dato sobre la edición actual.

El estadounidense Tucker, el primero en avanzar el lugar y fecha del encuentro, incluso organizó una segunda rueda de prensa en el hotel donde se aloja, a la que asistieron blogueros de varios países. Algo antes, aseguró que los gastos de seguridad, estimados en 600.000 euros en la cumbre de Sitges, según avanzó Público, 'son siempre sufragados por la organización del encuentro por adelantado'. El diputado de IU, Gaspar Llamazares, prepara una pregunta parlamentaria para conocer el coste del operativo de estos días y la posición del Gobierno sobre la reunión de Sitges.

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