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Alemania, en el centro de los ataques a España

Deutsche Bank mantiene casi 800 millones de euros en apuestas contra la bolsa española

ANA TUDELA

Hay portadas, rumores y declaraciones que bien mezcladas y aderezadas pueden costar 25.600 millones de euros. Esa es la cuantía que se esfumó, entre el 3 de mayo y el 17 de junio, del valor en bolsa de las principales empresas españolas, las que están incluidas en el Ibex 35, el principal índice español. En ese mes y medio, el dinero buscó refugio fuera de España ante la oleada de rumores sobre la necesidad de la economía española de ser rescatada. La sucesión de desmentidos oficiales no sólo del Gobierno español, sino también desde Bruselas o el FMI no sirvieron para impedir la sangría, aunque sí la frenó.

Como tampoco sirvió que en ese periodo, España afrontase tres de las reformas que le pedían los mercados: ajuste del gasto público, reestructuración del sistema financiero y reforma laboral. Todas esas credenciales eran pulverizadas cada vez que saltaba un nuevo rumor sobre la supuesta debilidad de la economía española. En paralelo, el coste de la deuda española escalaba hasta obligar a pagar una rentabilidad de 2,2 puntos porcentuales por encima del bono alemán.

El banco germano pedirá a la CNMV volver a mantener sus apuestas ocultas

El origen exacto de los rumores es imposible de precisar, pero hay razones para pensar que buena parte de ellos procedían de Alemania. El ministro de Finanzas germano insinuaba una posible suspensión de pagos ordenada de varios países el 4 de mayo, justo el día en que se propagaba el primer rumor sobre el inminente rescate de España. La agencia Reuters reconocía esta misma semana que a ellos también les intentaron colar la especulación desde Berlín (bajo condición de anonimato) el 7 de junio, el mismo día que Alemania daba a conocer su ajuste del gasto público. Reuters no logró confirmar la información y optó por no publicarla, pero el rumor no tardó en saltar a otros periódicos. La sensación de que cierta mano negra movía los hilosdesde Alemania se disparó el 11 de junio, cuando se solaparon dos acontecimientos.

En primer lugar, el Financial Times Deutschland atragantaba de nuevo el café de los españoles publicando que España tenía que pedir auxilio al fondo de 750.000 millones aprobado por la UE y el FMI. La firmeza de los desmentidos bloqueó el previsible descenso de la bolsa española, y el mercado, por primera vez, ignoraba el rumor.

En segundo lugar, ese día entraban en vigor las nuevas normas de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que han extendido la obligación de hacer públicas las apuestas contra valores cotizados (las llamadas posiciones cortas, con las que se gana más cuanto más cae una acción). ¿Quién aparecía con la mayor apuesta contra la bolsa española al levantarse el telón? Deutsche Bank. El gigante germano reconocía ese día apuestas contra valores del Ibex por importe de 541 millones de euros.

España ha vivido 44 días de rumores que han costado 25.600 millones

Diarios conservadores españoles se hacían eco de los bulos y los rumores falsos siguieron, alimentados por el diario El Economista, el 16 de junio. Deutsche Bank, lejos de deshacer su apuesta, reconocía ese día tener ya posiciones cortas por casi 800 millones, con el banco BBVA como principal diana de sus ataques (592 millones). Otro banco, Popular, con 109 millones, además de Ferrovial (46,5), Grifols (31,4) y Gamesa (9,84) también forma parte del paquete.

Atacar las acciones de la banca española era una apuesta bastante segura, ya que había sido triplemente castigada durante las semanas previas por los rumores sobre el riesgo de España como país, la posesión de títulos de deuda pública española y la consecuente desconfianza de otros bancos ante el riesgo de prestar dinero a las entidades españolas.

Pero es que además Deutsche Bank había alentado la imagen de fragilidad de la banca española. En febrero difundió un informe durísimo, y el 8 de junio, días antes de que se conocieran sus posiciones cortas en España, resaltó en otro estudio 'la gran amenaza' que suponía el problema de la liquidez 'para la banca española' por los 'impresionantes' vencimientos a que se enfrentaba, que suponían 'un riesgo enorme si los mercados sufrían nuevas tensiones'.

Es también llamativo que hasta el 11 de junio Deutsche Bank nunca había reconocido posiciones contra el mercado español, a pesar de que antes de esa fecha era obligatorio reconocer las de bancos y aseguradoras. Ningún otro gran banco europeo aparece en la lista, en la que sí están los habituales fondos anglosajones: John A. Griffin, Harbinger Capital, Mason, Marshall Wace...

Desde la entidad alemana, se defienden. 'No hay nada nuevo en la operativa del banco. No entendemos por qué somos la única entidad que está comunicando sus posiciones', aseguraban el viernes a Público fuentes de Deutsche Bank, quienes añadían que sus apuestas 'corresponden a coberturas por cuenta de clientes, no a posiciones propias'. La razón de que hasta ahora no las comunicasen, añadieron, es que 'se eximía a creadores de mercado y proveedores de liquidez'. Desde el 11 de junio, 'hay que demostrar que se está exento. Estamos preparando la documentación para que nos apruebe la exención el Comité Ejecutivo de la CNMV'. Es decir, su intención es volver a estar ocultos. Fuentes de la CNMV comentaron que los creadores de mercado ni estaban ni están obligados a comunicar, sino que es el tipo de operaciones que se llevan a cabo lo que determina quién está obligado.

Todos los analistas consultados coinciden en una cosa: esta vez los especuladores se han equivocado. La publicación de los datos de solvencia de la banca española, las informaciones sobre que hay caja suficiente para afrontar los pagos de deuda pública este año, y la confianza demostrada por el FMI los han ahuyentado. 'Pero volverán', añaden.

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