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Las comisiones se 'comen' las promesas privadas

La rentabilidad de la mayoría de fondos es menor que la inflación

PERE RUSIÑOL

La crisis ha puesto en jaque a las gestoras de los fondos privados de jubilación. Pero sus usuarios en España ya hace años que intuyen que, cuando llegue el momento de recibir el complemento de jubilación, lo que obtendrán no será tan generoso como les habían prometido.

Los fondos de pensiones en España tienen un problema estructural de rentabilidad que es muy anterior al estallido de la crisis, según ha puesto de manifiesto reiteradamente Pablo Fernández, profesor de Finanzas del Instituto de Estudios Superiores de la Empresa (IESE).

Fernández hace cada año una exhaustiva radiografía del comportamiento de los más de 3.000 fondos de pensiones que operan en España, una vez descontada las comisiones y restada la inflación. El resultado del último informe, Rentabilidad de los Fondos de Pensiones en España (1994-2009) es desolador: 'En los últimos tres, cinco y diez años, la rentabilidad promedio de los planes de pensiones fue sensiblemente inferior a la inflación y a la inversión en bonos del Estado a cualquier plazo'.

Fernández no es ningún economista crítico con el sistema capitalista. Al contrario: es un entusiasta neoliberal. Y es profesor del muy liberal IESE, toda una institución: esta misma semana The Economist acaba de elegirla como la mejor escuela de negocios de Europa y la quinta del mundo en su clasificación sobre programas MBA.

La investigación de Fernández es detalladísima. Y sus conclusiones, también: 'Sólo uno de los fondos de pensiones del sistema individual con 15 años de historia tuvo una rentabilidad superior a la del bono español a 10 años; sólo cinco de los 800 planes con 10 años de historia y dos de los 1.939 planes con cinco años de historia tuvieron una rentabilidad superior al Índice de la Bolsa de Madrid'.

A 31 de diciembre de 2009 había en España 10,9 millones de partícipes en planes privados de pensiones con un patrimonio conjunto de 84.000 millones de euros y repartidos en 3.308 planes de pensiones.

A juicio del economista, 'el decepcionante resultado global de los fondos' se debe a la composición de las carteras y a la gestión activa. Pero, sobre todo, a las elevadas comisiones que se embolsan los gestores. Según sus cálculos, sólo en 2009 se comieron 1.013 millones de euros de los fondos de pensiones en comisiones.

'Cuando un inversor entrega su dinero a una gestora de fondos para que se lo gestione, espera que obtenga una rentabilidad superior a la que puede obtener él sin conocimientos especiales. Y por ello, está dispuesto a pagar una comisión anual superior al 2% en muchos casos', escribe Fernández en sus conclusiones. Y añade: 'Sin embargo, los datos indican que pocos gestores se merecen las comisiones que cobran'.

'Los partícipes, sorprendentemente, no parecen muy preocupados con la rentabilidad de sus fondos', concluye Fernández.

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