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Cede la intensidad de las apuestas a la baja contra España

Los test de estrés y las reformas del Gobierno han convencido a los inversores. Los fondos de alto riesgo han salido de bolsa

PILAR BLÁZQUEZ

El pasado lunes la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) publicó que el total de apuestas a la caída del valor de empresas españolas (las llamadas posiciones cortas) superaba los 2.000 millones de euros, el 0,6% de la capitalización bursátil de la bolsa española. Los protagonistas son fondos de alto riesgo y viejos conocidos: Amber Capital, Marshall Wace, Eminence... 'Son los fondos que habitualmente tienen apuestas a la baja abiertas sobre España a largo plazo. En estos momentos no tienen demasiada presión y se centran en valores muy locales', apunta un gestor de valores financieros.

Efectivamente, la presión bajista sobre las empresas españolas está lejos de la que alcanzó a finales de junio. En aquel momento, España estaba en el ojo del huracán de los especuladores por los problemas de deuda y la CNMV fue el primer regulador nacional en aplicar las recomendaciones del CERS (la CNMV europea), que insta a que se le comuniquen las posiciones cortas superiores al 0,2% del capital de los valores de la bolsa española.

España se ha desligado del peligro de los países periféricos

Desde entonces, el concepto España ha sufrido toda una revolución en la imagen de los inversores internacionales. El país se ha desprendido del sambenito de ser 'la otra Grecia' y de estar abocado a la quiebra inminente.

El punto de inflexión para este cambio fue la publicación de los test de estrés de la banca europea. 'El esfuerzo realizado por España en ese momento mereció la pena. Presentó muchas más entidades que el resto de países y las sometió a condiciones de estrés más extremas', recuerda Dolores Jaquotot, gestora de renta variable de Gestconsult.

Desde ese momento, aumentó la demanda de deuda pública española y, lo que es mucho mejor, bajó el tipo de interés que el Estado tiene que pagar por financiarse. Por primera vez en meses, entidades financieras y las empresas españolas consiguieron financiación internacional. El riesgo país llegó a caer hasta 137 puntos básicos desde el máximo de 221, marcados el 16 de junio.

El castigo al Ibex fue tan duro queahora está más barato que el resto

El sprint que el Gobierno dio a las reformas financiera, laboral y de pensiones tras los fuertes ataques especulativos del pasado mes de mayo también ha dado sus frutos. 'Tal vez al principio las reformas no se vieron con buenos ojos, pero pasados unos meses se ha podido comprobar que están dando resultados', asegura Jaquotot,

En la misma línea, se manifestaba esta semana el diario británico Financial Times. La biblia de los inversores elogiaba la celeridad con la que el Gobierno español está aplicando las reformas y ajustes anunciados. Todo un logro, teniendo en cuenta que desde sus páginas se ha vertido desde el mes de febrero toda la artillería pesada que los mercados han usado contra la economía española, y que sirvió para convertir a España en la plataforma de los especuladores que querían atacar a los periféricos, ya que las bolsas y las empresas españolas son mucho más líquidas que las de Portugal, Grecia e Irlanda. Y como si ellos caían también lo hacía España, el riesgo de quedarse atrapado en un valor era mucho menor y los beneficios mucho más grandes. 'Hemos pagado justos por pecadores, pero la buena acogida de las reformas estructurales y su efecto en los indicadores económicos ha servido para tranquilizar mucho a los inversores internacionales', puntualiza Carmen Ortiz, directora de relaciones con analistas de Banco Popular, una de las entidades más atacadas en junio y en la que más se ha reducido el número de posiciones cortas.

El éxito de la batalla de credibilidad española es especialmente rentable en estos momentos en los que en Europa se han vuelto a desatar los problemas de deuda. 'España ha conseguido descolgarse del pelotón de cola de los países periféricos del euro, para rodar con el grupo central de países como Italia o Francia', explica Daniel Pingarrón, analista de IG Markets. Por eso, cuando el viernes el rumor de un posible rescate internacional disparó el riesgo país de Irlanda a un máximo histórico superior a los 425 punto básicos, el español repuntó apenas cinco puntos básicos.

Pero que a nadie se le ocurra alegrarse de la debilidad del vecino. 'Que los países periféricos tengan problemas debe mantener a España muy atenta para evitar nuevos contagios', advierte Alicia Arriero, analista de Renta Variable de Inversis. Lo cierto es que cualquier desliz en la política del Gobierno puede tener efectos muy perniciosos. El mejor ejemplo está en lo sucedido a mediados de agosto. El simple anuncio del Gobierno de dar marcha atrás en el recorte de la inversión pública se tradujo en un alza de diez puntos en el riesgo país. El último registro marca 177 puntos básicos, muy lejos de los 60 con los que comenzó el año y e incluso de los 100 que el Gobierno considera el nivel ajustado.

Pero este no es el único motivo por el que las apuestas a la baja contra España han perdido interés. El castigo ha sido tan fuerte que el mercado español está tiritando. Incluido el subidón del 13% de julio, el Ibex 35 pierde casi un 11,55% en lo que va de año, mientras que el CAC 40 francés cae poco más del 5% y el Dax Xetra alemán gana un 4,2%.

Es decir, 'desde el lado de la rentabilidad, el mercado español es mucho más atractivo que otras bolsas', asegura Arriero, por lo que en principio deberían subir las compras.

De todas formas, el dinero durante los últimos meses ha huido de las bolsas. 'Los fondos de inversión de alto riesgo se han centrado en el mercado de divisas y en las materias primas', advierte Pingarrón. Por eso, el oro está en máximos históricos y el Banco de Japón ha tenido que intervenir para frenar los movimientos especulativos que han llevado al yen a máximos de 15 años.

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