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CEOE: al Diálogo Social rogando y con el mazo dando

El escándalo del acoso laboral de De La Cavada estalló en plena negociación con sindicatos y Gobierno

BELÉN CARREÑO

Una vez más, la realidad supera la ficción. Mientras algunos empresarios y el Partido Popular arremetían contra las parodias que UGT hizo de ciertos jefes en la serie Las Mentiras de la Crisis, un directivo de la CEOE, José de la Cavada, estaba ejerciendo tal presión sobre sus empleados que la Inspección de Trabajo le había levantado un acta por acoso laboral. 'Y nos criticaban por los vídeos cuando un directivo suyo se estaba comportando mucho peor queChikilicuatre', rememora un alto cargo de UGT que conocía estos sucesos.

La situación dentro del Departamento de Relaciones Laborales de la patronal era un secreto a voces para los negociadores del Diálogo Social. La mayoría tenía información de primera mano del trato que José de la Cavada estaba dando a sus subordinados, hasta el punto de que estos le pusieron una denuncia ante la Inspección de Trabajo en marzo. La queja fue de todo el departamento, integrado en su mayoría por mujeres, con técnicos de larga y acreditada experiencia que habían estado a las órdenes de Fernando Moreno, el anterior directivo, sin ningún problema.

Los inspectores de Madrid consultaron al Ministerio de Trabajo qué hacer

Recurrir a la Inspección de Trabajo fue en parte consecuencia de que la cúpula de la patronal, especialmente el secretario general, José María Lacasa, hizo caso omiso de las protestas que esta docena de trabajadores le hizo llegar el pasado otoño. Agotadas las vías procedentes, los empleados, que conocen muy bien cómo defenderse porque la mayoría es especialista en derecho laboral, interpusieron la demanda.

A partir de ese momento, el Diálogo Social entró en una fase secreta para el gran público, en la que Gobierno, patronal y sindicatos se sentaban a negociar casi a diario los derechos de los trabajadores en una mesa en la que una de las partes estaba siendo investigada por 'humillar' a sus propios empleados. Y es que, el acta de infracción propone sancionar a la CEOE hasta con 25.000 euros porque es la 'empresa' la que ha permitido que ocurra una 'falta grave' en el ámbito laboral sin ponerle remedio.

La paradoja fue tal que el mismo mes que los trabajadores presentaban la demanda por la 'reiterada vulneración de su dignidad', De la Cavada fue al Congreso de los Diputados a explicar a sus señorías el futuro de las bonificaciones para la contratación. A la salida, anunció a los periodistas que se congregaban en la puerta la idea de lanzar un contrato de formación para jóvenes que no tuviera ningún tipo de protección, una propuesta que cayó como un bombazo en la mesa del Diálogo Social.

De la Cavada ya dejó huella en la empresa Sniace en los años ochenta

Aunque la petición del 'contrato basura juvenil' es la intervención más mediática de De la Cavada, su presencia y sus aportaciones han sido permanentes a lo largo de estos meses de desencuentro. Fuentes internas de la CEOE aseguran que el presidente de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán, puso a De la Cavada al frente de este departamento para desactivar el avance de las conversaciones, que acabaron en julio.

Precisamente, por su papel preeminente en la negociación y por el especial carácter de la CEOE, la Inspección de Trabajo de Madrid, que depende de la Consejería de Empleo y Mujer de la Comunidad de Madrid, prefirió consultar a la Dirección General de Trabajo, dependiente del Ministerio de Trabajo, sobre el procedimiento a seguir con la investigación. Trabajo ordenó a los inspectores que siguieran con los cauces habituales sin ningún miramiento. Ahora, le toca el turno a la Comunidad de Madrid, es decir, a Esperanza Aguirre, decidir si ratifica la propuesta de sanción o si acepta total o parcialmente las alegaciones de la patronal.

Con la más que probable salida de Díaz Ferrán en las próximas elecciones de la CEOE, De la Cavada también tendrá su momento para retirarse de la patronal sin que sus superiores tengan que pasar por el trago de echarle. Sin embargo, a los trabajadores les quedará el coste de meses de vejaciones que han llevado a algunos incluso a pedir su baja médica.

Del nuevo presidente de los empresarios dependerá el futuro profesional de De la Cavada, que lleva ligado a la CEOE casi 20 años. La mayor parte de su carrera la desarrolló representando a la patronal en el Consejo Económico y Social (CES), donde no tienen conocimiento de un comportamiento similar, aunque muchos le recuerdan como 'de trato desagradable'.

Quienes no se olvidan de él son los trabajadores de Sniace, la papelera cántabra donde De la Cavada fue jefe de personal en los ochenta. Los trabajadores con más antigüedad le recuerdan por su dureza y malos modos a la hora de renegociar el convenio colectivo, que culminó en una huelga de 44 días.

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