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La debilidad política hunde más la credibilidad irlandesa

Los mercados castigan la deuda del país al no creerse el plan de austeridad

BELÉN CARREÑO

Entre noticia y noticia de crisis y protestas, la campaña televisiva de WWF (la ONG ecologista del logo del panda) pide a los telespectadores británicos que adopten un tigre. A ojos inexpertos, el tigre es de Bengala, pero la ironía se cuela por el televisor recordando lo desamparados que amanecieron ayer los ciudadanos irlandeses tras conocer los detalles del duro plan de ajustes que les espera para el próximo cuatrienio.

Por lo pronto, los 15.000 millones de euros que pretende ahorrar el Ejecutivo de Brian Cowen a base de recortar gasto público y Estado del bienestar, así como de subir la presión fiscal a hogares y trabajadores, no fueron bien acogidos por los mercados. Al contrario. La deuda irlandesa escaló hasta cotas de interés nunca vistas y llegó al nivel del 9%.

La aprobación de los presupuestos está en el aire; su ejecución, aún más

Los inversores no han dado credibilidad al plan de ajuste irlandés porque lo presenta un Gobierno que es un cadáver político, con escasas posibilidades de ser reelegido en febrero. '¿Cómo presentan un plan para cuatro años que va a tener que ejecutar el próximo Gobierno?', se pregunta un funcionario, preocupado por la inestabilidad política en la que se ha sumido el país.

La prueba de que no hay ninguna certidumbre sobre la implementación de las medidas presentadas el miércoles, y que han recibido el visto bueno de Bruselas es que el partido de la oposición con más posibilidades de gestionar el presupuesto de 2011, el democristiano Fine Gael, ya ha dicho que renegociará algunos puntos con la Comisión Europea. El primer aspecto cuestionado ayer en el debate parlamentario fue el de la reducción del salario mínimo en un 12%. Pero el Fine Gael, que probablemente deberá gobernar en coalición con los laboristas, ya ha dicho que no se siente comprometido con los acuerdos a los que haya llegado el Gobierno actual con el FMI ni con Bruselas.

Además, en el rabioso corto plazo hay serias dudas de que el presupuesto para 2011 sea aprobado el 7 de diciembre. Ayer se celebraron unas elecciones locales para reemplazar a un diputado del grupo en el poder (el liberal Fianna Fail). De perder el escaño (el resultado se conoce hoy), Cowen necesita a los dos diputados independientes en el Dáil (parlamento) para aprobar las cuentas.

Merkel lanza un mensaje de confianza en el euro y las deudas

La tensión política envuelve las negociaciones del equipo de Cowen con el FMI y la UE, que siguen diseñando el rescate de la banca irlandesa y su casi completa nacionalización. La dificultad de los bancos irlandeses para conseguir liquidez se agravó ayer después de que la cámara de compensación independiente LCH (británica) elevara el precio de tramitación de los bonos irlandeses. Además, la agencia de calificación de solvencia Moody's avisó de que bajará más la nota a los bancos.

Ante tal grado de tensión y tras las críticas a Alemania por alimentar la inestabilidad del euro, la canciller Ángela Merkel lanzó ayer un mensaje de confianza en la moneda única y aseguró que 'ningún país de la zona del euro está hoy en posición de tener que reestructurar su deuda'.

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